Recetas de cocina

Flan de dulce de leche

Si el flan ya de por sí es un postre que suele encantar, imaginaos añadirle dulce de leche… ¿El resultado? Imposible describirlo con palabras.

Los flanes nos han acompañado desde siempre al finalizar las comidas, a la hora de las meriendas o, por qué no, en numerosas ocasiones especiales. De huevo, de vainilla, o de queso, este dulce no ha parado de evolucionar, llegando, incluso, a hacerse un hueco en el ámbito salado.

Y como sabemos que un dulce no amarga a nadie, hoy os traemos una receta bastante golosa, sencilla y muy casera, ya que en ninguna de las dos elaboraciones que os proponemos encontrareis un preparado industrial.

Os dejamos con un delicioso flan de dulce de leche.

¿Preparados para empezar primero por el postre?

Ingredientes:

Para el flan:

Para el dulce de leche:

Elaboración:

Comenzaremos preparando el dulce de leche. Aunque hay diversas formas de elaborar este riquísimo producto de origen argentino, nosotros hemos elegido el que más se aproxima a su receta original, pero si queréis podéis hacerlo simplemente hirviendo durante alrededor de 1 hora y 30 minutos un bote de leche condensada.

Si optáis por seguir nuestra receta, deberéis poner todos los ingredientes (la leche, el azúcar, el bicarbonato y la esencia de vainilla) en una olla, preferiblemente, de aluminio y dejar a fuego fuerte removiendo sin parar hasta que comiencen a espesar y adquieran un tono marrón clarito. En ese momento bajaremos el fuego al mínimo y permitimos que termine de espesarse. No olvidéis remover de vez en cuando para que no se queme o se pegue. Cuando esté listo, lo distribuiremos en diversos frascos o tarros de cristal y meteremos estos en agua fría para que espese aún más.

A continuación prepararemos el flan. En primer lugar haremos el caramelo. Para ello pondremos el azúcar en un cazo y echaremos un poquito de agua. Lo ponemos a fuego medio y esperamos hasta que empiece a adoptar un tono dorado (no demasiado marrón ni muy oscuro).

En cuanto muestre ese color retiraremos el cazo del fuego y verteremos su contenido en los distintos moldes que hayamos elegido para preparar nuestros flanes. Dejamos que se vaya enfriando y reservamos.

Precalentamos el horno a una temperatura de 180 grados.

En un bol añadimos la leche, los huevos y el dulce de leche. Batimos hasta obtener una crema de textura homogénea.

Con ella iremos rellenando los moldes que teníamos reservados con el caramelo. Cuando los tengamos todos, los colocaremos en una fuente  y echaremos ¼ parte de agua dependiendo del tamaño del recipiente.

Metemos en el horno y dejamos que se cocinen durante unos 30-35 minutos.

Transcurrido ese tiempo, sacamos y dejamos que se enfríen un poco a temperatura ambiente. Finalmente, los metemos en la nevera y dejamos reposar.

Servimos muy fríos.

Sugerencia: El flan es un postre muy generoso a la hora de admitir otros ingredientes a modo de acompañamiento. Puedes sacarle mucho partido añadiendo un poquito de nata, unos frutos secos molidos o, incluso, alguna fruta con un ligero toque ácido.