Hoy, Javier Cárdenas te acerca una curiosidad más, de esas que podrían ser parte del guion de una película ya que hablamos del actor canadiense Jim Carrey, un hombre que fue el primer actor de cine en cobrar 20 millones de dólares por una sola película.
Su padre, Percy Carrey, era también muy gracioso, muy talentoso. Además, era un excelente saxofonista y tenía hasta su propia orquesta. Poco a poco, Percy se fue apagando, más aún cuando a los 51 años perdió su trabajo y por un tiempo estuvo sin casa. Su hijo, Jim Carrey, dice que todo esto lo devastó. La historia de su padre lo afectó profundamente y, cuando su padre murió, dio la orden de llenar el féretro de su progenitor de dinero para que así no le faltara lo que le escaseaba cuando estaba vivo.
De estudiante, debido a su comportamiento como payaso de la clase, algún maestro permitía a Jim Carrey hacer gracias para sus compañeros al final de clase si se concentraba en su trabajo escolar el resto del tiempo. Obtuvo la ciudadanía estadounidense el 7 de octubre de 2004, manteniendo la de Canadá. Con 15 años, hacía reír con más de 80 imitaciones, trabajó como cómico en clubes nocturnos, manteniendo a toda su familia.
A los diecinueve años, Carrey fue descubierto por el cómico Roger Dangerfield, quien lo llevó a Las Vegas, y se convirtió en uno de los cómicos más populares de la televisión norteamericana merced a la serie In Living Color. Para el mismo medio trabajó en Duck Factory, en el telefilme Doing Time on Maple Drive, y en su propio show, Jim Carrey’s Unnatural Act.