Opinión

¿La vida de un policía o un guardia civil vale menos que la de un mosso o un ertzainza?

El pasado 10 de febrero, empezaba el proceso de vacunación de los Mossos d’Esquadra. En abril todos sus agentes estarán vacunados. También los miembros del Cuerpo de Bomberos y de Protección Civil serán inmunizados junto a los policías locales de los distintos municipios catalanes. Este lunes, los agentes de la Policía Autónoma vasca empezarán también a vacunarse, empezando por los más de cinco mil que tienen menos de 55 años y serán inmunizados con la vacuna de AstraZeneca.

¿Y los miembros de la Policía Nacional y de la Guardia Civil?, se preguntarán ustedes. Nada. Tendrán que esperar a que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se digne de una vez a velar por la seguridad de los agentes. Parece obvio que el Gobierno socialcomunista ha abdicado de su obligación de proteger la salud de quienes están dando un ejemplo de abnegación y sacrificio, trabajando en primera línea y asumiendo un riesgo evidente. Policías y guardias civiles están recibiendo un trato indigno por parte de un ministro que es insensible a las peticiones que le están haciendo llegar las asociaciones policiales de ámbito nacional. Por lo que se ve, Marlaska otorga a guardias civiles y policías un trato discriminatorio en relación con los ertzainas y mossos, como si fueran de peor condición.

El malestar entre los agentes con el Ministerio del Interior va en aumento, ya que, si bien les parece comprensible que las policías vasca y catalana se inmunicen, lo que no alcanzan a entender es la razón por la que, otra vez, su ministro les ignora. Se conoce que Marlaska entiende que la vida de un policía o un guardia civil vale menos que la vida de los agentes autonómicos. Estamos ante una situación claramente denigratoria de un colectivo que está siendo vilmente ninguneado por un ministro que no atiende a razones y que se comporta de manera obscena. Le falta sensibilidad y le sobra soberbia. Se conoce que llevar el escudo de España en el uniforme penaliza.