TV3 ha de acabar como el Titanic

TV3 ha de acabar como el Titanic

Seamos claros. Los separatistas catalanes nos van ganando por goleada. Dominan los medios de comunicación de esta comunidad autónoma, y día tras día, con una lluvia fina persistente, han convencido, y siguen convenciendo, a muchos que España es una especie de semidictadura como Turquía que “oprime” las ansias de “libertad” del “pueblo catalán”. TV3 es la gran punta de lanza que es apoyada por las dos principales emisoras de radio, Catalunya Ràdio y RAC-1; un par de diarios de papel que se leen poco, pero enredan mucho; media docena de digitales de gran difusión y bien regados con dinero público y un sinfín de medios locales al servicio del ayuntamiento o el consejo comarcal de turno, con el inestimable apoyo económico de la Generalitat que pagamos todos los españoles.

En las escuelas no se predica el odio a España, esa tarea se deja a los tertulianos de TV3 y otros medios afines. En las aulas se predica la indiferencia. Simplemente, España apenas existe, y cuando se habla de ella, se hace en clave de “Estado”. Centenares de miles de niños aprenden que solo hay un “país”, Cataluña, que es una “nación” y que está unida por lazos políticos y culturales a otros territorios llamados los “Països Catalans”. Imagen que día tras día ven, junto a sus padres, en el mapa meteorológico de los informativos de la televisión de la Generalitat, en los que Cataluña está unida a Valencia, Baleares, parte de Aragón, el sur de Francia y Andorra. O, mejor dicho, se los anexiona.

En los medios de comunicación que controlan solo merecen una atención destacada los expertos universitarios que son secesionistas. Que son los que crean opinión en sus facultades y acaban dominando los departamentos. Que un personaje como Elisenda Paluzie, la actual presidenta de la ANC, pueda ser catedrática ya indica el nivel de la educación superior en Cataluña. O que un personaje como Jaume Sobrequés, uno de los ‘vendedores’ de la ‘guerra perpetua’ entre “Cataluña” y “España” sea un referente de la historiografía catalana, ya indica a qué tipo de personajes se potencia desde los poderes públicos que dominan los independentistas.

Los músicos y cantantes que progresan acostumbran a ser los que reciben las bendiciones del separatismo mediático. Lo mismo pasa con los escritores, actores o con cualquiera que quiera dedicarse al mundo de la cultura. Si no eres de la ‘cuerda’ secesionista, tienes un porcentaje mínimo de posibilidades de triunfar. Por cada ‘Rosalía’ que consigue saltar el cordón sanitario de la cultura pro independentista y romper fronteras, hay cien ‘Toni Albás’ o ‘Quim Masferrers’ que hacen carrera en Cataluña a base de mostrar su adhesión inquebrantable a la ‘estelada’.

La única manera de poder dar la vuelta a la situación es que los que creemos en una Cataluña leal con el resto de España nos tomemos en serio la batalla mediática. TV3 es ahora mismo un potente portaviones que sirve de plataforma de difusión a la propaganda secesionista. Y hemos de conseguir que acabe como el Titanic, con Pilar Rahola y Toni Soler tocando el violín mientras se hunde. Denunciando sus mentiras. Difundiendo sus excesos. Y, sobre todo, creando alternativas.

Es muy importante que medios nacionales como OKDIARIO sigan con su labor incansable de denuncia de las mentiras y excesos de TV3 y sus aliados comunicativos. Es una tarea impagable y necesaria. Pero no es suficiente. Hay que combatir esta plaga apostando por ampliar el mapa mediático catalán. Hay que conseguir espacios televisivos, y cadenas de televisión, que desde Cataluña sean una alternativa a los mensajes que la maquinaria de propaganda secesionista genera cada día.

Es imprescindible que empresarios valientes, y amantes de nuestro país, de una vez por todas inviertan en Cataluña. Que TV3 tenga una competencia real, porque ahora mismo detenta casi en régimen de monopolio la información televisiva catalana. Que en muchas ciudades y comarcas se funden medios de comunicación locales que sean una alternativa a los que ahora existen, y que abrumadoramente repiten los argumentarios creados por los partidos separatistas. Que los diarios o radios que actualmente ‘navegan’, aunque aparentemente son ‘transversales’ apuesten decididamente por la defensa de la Constitución, la convivencia y la unidad.

Si no conseguimos que TV3 y sus aliados acaben como el Titanic, la que se hundirá será España. Porque los secesionistas no van a cejar en su labor, y el teórico abandono del unilateralismo es una apuesta a largo plazo. Y cuando hayan ampliado su base social, “lo volverán a hacer”.

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