Opinión

Tú a Lyon y yo a Kiev

Y los culés al sofá. Los del foro representarán el fútbol de élite en Europa. La millonaria inversión del equipo blaugrana sólo valió para que pudieran silbar el himno español en la final de la Copa del Rey y para que un tal Patrick Kluivert, exculé, les recordase que: “Ganar la Champions o la Europa League es mejor que el doblete”. Lo cual es así. Pregúntenselo, si no, a los del Bayern de Múnich, o a la Roma, equipo que eliminó a un muy romo y triste Barça que anda chupando cuneta desde la ronda anterior, igual que ese ensoberbecido de Pep Guardiola. Habrá que ampliar el sofá o no cabrán tantos catalanes con el rabo entre las piernas.

Rojiblancos y blancos, echándole lo que hay que echarle a este juego de hombres duros que es el fútbol, han borrado del mapa continental las ridículas esteladas, que ahora lucen estrelladas, como su propio nombre indica. Los corazones de indios y vikingos se han ganado a pulso el honor de jugar las finales europeas que imantan la atención del mundo. No estaría de más que se organizaran colectas con el fin de abastecer de bebidas y bocatas a los vencidos, que verán sendos grandiosos espectáculos tirados en el sofá, sin alivio de un psicólogo que calme su obsceno fracaso derrochador.

Las señales del fervor parecen aliarse con colchoneros y merengues. El tiempo de Ramadán invitará a ayunar a los fieles musulmanes desde el 15 de mayo, víspera de la final de Lyon. Muchos cracks del Olympique de Marsella que enfrentarán al Atleti, saltarán al césped, de cumplir con el precepto, temblándoles las gambas, lo cual impide gambetear como este deporte exige. Ojalá que Adil Rami, Aymen Abdennour, Yusuf Sari, Bouna Sarr, Jordán  Amavi y varios más no regateen a Allah, respetando la vigilia. De igual modo espero que la fe guíe, en su convicción religiosa, a Mohamed Salah, Sadio Mané, Emre Can, Nathaniel Clyne y otros fenómenos del Liverpool que se verán las caras con el Madrid en la final de Kiev.

Si los equipos matritenses alzan sus respectivas copas, cosa con la que soñamos aquí en el foro, a los culés les aguardaría otra sesión de no te muevas del sofá. Pues el ganador de la Champions y el de la Europa League volverían a Estonia, en pleno y cálido mes de agosto, a jugarse la Supercopa de Europa, que viene a ser como un doblete, sin esteladas, multiplicado por cien mil estrellas. ¡Aúpa Atleti! ¡Hala Madrid!