Opinión

Torra, un CDR en la presidencia de la Generalitat

Quim Torra, como informa OKDIARIO, ha emprendido la mayor purga que se recuerda en los Mossos d’Esquadra. En la diana están todos aquellos agentes de la Policía autonómica que cumplieron con el mandato constitucional y, en colaboración con la Policía Nacional, se enfrentaron a los separatistas radicales durante las cinco noches en las que la ira independentista incendió las calles de Barcelona.  El presidente catalán ha emprendido una caza de brujas sin precedentes para ofrecer la cabeza de los mossos leales al marco constitucional a los Comités de Defensa de la República. La división de Asuntos Internos ya está utilizando vídeos difundidos por los CDR y quince agentes, hasta el momento, tienen abiertos expedientes de información por encargo directo de Eduard Sallent, comisario jefe de los Mossos.

La presión de los CDR no es la única, porque algunos sindicatos separatistas de la Policía autonómica han exigido depurar responsabilidades e, incluso, han urgido a Torra a  que actúe también contra los agentes antidisturbios de la Policía Nacional. La situación es surrealista: mossos contra mossos y un presidente de la Generalitat rendido al chantaje de los sectores más radicales del separatismo.Que el cuerpo policial encargado de velar por la seguridad en Cataluña sea el enemigo a batir por parte de Torra revela el estado de gravedad que se vive en un territorio donde el más alto representante del Estado actúa al dictado de quienes desataron la violencia en Barcelona.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, no puede seguir mirando para otro lado ni echando cuentas electorales mirando al 10-N. En Cataluña se está larvando un clima insurreccional que obliga a intervenir con urgencia. Quienes incendian las calles no son simplemente jóvenes que dan rienda suelta a su indignación, sino profesionales de la violencia que -y esto es lo más grave- tienen poder de decisión política a través de Quim Torra.