¿Seguridad o postureo?

Aunque no es una cifra exacta y depende de diversas circunstancias, la seguridad de la que disponen los miembros del Gobierno está tasada y se mueve entre los 30 escoltas que velan por la integridad física del jefe del Ejecutivo; los 15 asignados al ministro de Interior, y los 10 que se encargan del resto de miembros del gabinete. Insistimos que no es una cifra fija y que es moldeable en virtud de circunstancias puntuales, pero puede considerarse estable en líneas generales. Lo sorprendente, por apartarse de lo que suele ser habitual, es que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tenga un número de escoltas superior en un 50% a la media de sus compañeros en el Consejo de Ministros, excepción hecha, por razones obvias, de Pedro Sánchez y Fernando Grande-Marlaska.

Sería absolutamente normal que fuera el Ministerio de Interior, en virtud de circunstancias concretas y especiales, el que decidiera incrementar el número de escoltas de los ministros, pero según ha podido saber OKDIARIO el incremento de policías asignados a las tareas de escolta de Yolanda Díaz ha sido a petición de parte;  esto es, que ha sido la propia ministra de Trabajo y líder de Sumar la que ha reclamado tan sensible aumento.

Por tanto, sería deseable por una elemental cuestión de transparencia que se dieran explicaciones al respecto respetando, claro está, el principio elemental de seguridad personal. Resulta extraño, en todo caso, que Yolanda Díaz haya reclamado incrementar el número de escoltas asignados, salvo que haya una razón de peso vinculada, insistimos, a su seguridad. Porque si el motivo es que, además de ministra es la líder de Sumar, y que está llamada a tener un peso relevante en el caso de que Sánchez vuelva a ser investido presidente, la razón para reforzar su escolta resulta inaceptable. La escolta de los miembros del Gobierno es un asunto que no puede estar sujeto a más razones que la de la seguridad. Otra cosa es postureo.