Sánchez baraja intervenir Madrid: más votos para Ayuso
Lo del Gobierno socialcomunista con la Comunidad de Madrid es una obsesión enfermiza: el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha llevado su campaña de acoso y derribo contra Isabel Díaz Ayuso al extremo de pedir a la Dirección del Servicio Jurídico del Estado si procede aplicar el artículo 155 de la Constitución para arrebatarle temporalmente las competencias sanitarias por ‘rebeldía’. Sánchez quiere saber si hay encaje jurídico para tomar esa medida bajo el actual estado de alarma y la situación que atraviesa el Ejecutivo regional tras la decisión de Ayuso de disolver la Cámara autonómica y convocar elecciones.
Madrid se ha negado a aplicar el cierre perimetral que el Ministerio de Sanidad pretende hacer efectivo en las próximas fechas festivas al considerar que no hay ninguna prueba científica que avale que estos cierres tengan efectos beneficiosos para la situación epidemiológica. Ante la negativa madrileña, Iván Redondo, jefe del Gabinete de Presidencia de La Moncloa, ha contactado con la Abogacía General del Estado que dirige Consuelo Castro (a quien se le atribuye la arquitectura legal que rebajó la acusación de rebelión a sedición a los golpistas del 1-O) para que le dé «asesoramiento verbal» (no un dictamen por escrito, que dejaría huella). sobre la posibilidad de aplicar el citado artículo 155 de la Constitución en virtud de un supuesto incumplimiento de una ley que atente gravemente al interés general del Estado. Iván Redondo quiere saber si hay modo de que bajo el actual estado de alarma, que deja a las autonomías el poder de decisión sobre qué medidas sanitarias aplicar, cabe la posibilidad de arrebatarle las competencias sanitarias. Y, ya puesto, Redondo ha planteado si con la Asamblea disuelta sería más sencillo desde un punto de vista legal intervenir la comunidad.
Parece evidente que la decisión de Ayuso de disolver la Cámara autonómica y convocar elecciones ha provocado el indisimulado enfado de Sánchez, que había trazado con Inés Arrimadas un plan para robarle al PP sus Gobiernos autonómicos. La respuesta de Ayuso ha desbaratado su plan y ahora Sánchez pretende llevar a cabo otro golpe institucional contra Madrid y los madrileños. Cuanto más intensifique su estrategia de acoso y derribo, más votos para Ayuso. Por aquello del «ladran, luego cabalgamos».