Los Reyes y sus hijas disfrutan de estar juntos después de meses separados

Los Reyes y sus hijas disfrutan de estar juntos después de meses separados

La vida familiar de los Reyes Felipe y Letizia y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, ha dado un importante giro en este curso académico, que empezó en el mes de agosto del año pasado con la entrada de la heredera de la Corona en la Academia General de Zaragoza y la partida de la hija menor al Colegio de Gales para cursar los estudios de Bachillerato Internacional. El llamado Pabellón del Príncipe, con sus amplias estancias que han servido de residencia a la familia Borbón Ortiz desde hace 20 años, se ha quedado en gran parte vacío debido a la ausencia de las hijas de los Reyes, que han emprendido vuelo al alcanzar su vida como jóvenes adultas. Por esa razón, la pareja real está disfrutando más que nunca de los 7 días de la Semana Santa de vacaciones ya que se trata de un reencuentro muy deseado por parte de sus cuatro miembros.

La primera en incorporarse a la vida familiar ha sido la princesa de Asturias, a quien han ido a buscar sus padres a la capital aragonesa en automóvil, como hacen muchos de los padres de los cadetes que han iniciado este curso su formación castrense. De ese detalle del viaje desde Zaragoza a Madrid por carretera, los medios nos hemos enterado gracias a un mensaje en las redes de los dueños del restaurante El Patio, situado en la Almunia de Doña Godina, una ciudad a 53 kilómetros de la capital aragonesa. Ellos publicaron una foto que ha trascendido al público en la que se puede ver a los Reyes Felipe y Letizia y su hija Leonor junto a los propietarios del restaurante. Faltaba en la imagen la figura de la benjamina, la adolescente Sofía, que en el mes de agosto hizo las maletas para iniciar su vida estudiantil fuera de ese nido vacío en el que se ha convertido la que ha sido su residencia habitual hasta ahora.

Todos los padres afrontan el comienzo de la vida adulta de sus hijos con una cierta sensación de añoranza e incluso de melancolía, pero, en este caso, el abandono de las dos hijas de los Reyes no es definitivo, sino que se alternarán etapas en las que su formación exigirá que estén fuera de casa junto con otras en las que regresarán temporalmente al que ha sido hasta hace poco su hogar. Lo que hemos visto hace poco es que don Felipe no renuncia a visitar a su primogénita en este primer año de formación militar y no tiene ninguna duda en trasladarse al campo de maniobras donde se entrenan los cadetes en ejercicios muy duros y, después de verlos desde la distancia, compartir unos momentos de camaradería con los futuros mandos del ejército.

Lo que sigue siendo igual que siempre es el secretismo total que ha rodeado siempre a las vacaciones de la Familia Real española. Las únicas veces que nos hemos enterado donde habían estado ha sido debido a la imagen captada por turistas que coincidieron con ellos o por algún avezado paparazzi que ha engrosado su bolsa de ganancias gracias a su sagacidad para descubrir donde iban a pasar sus días de ocio.

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