Opinión

El Rey y su gran ejemplo

Su Majestad el Rey ha pronunciado, un año más, el mensaje de Navidad a todos los españoles. Este discurso se desarrollaba en medio de una de las mayores crisis que ha tenido España en las últimas décadas, donde desde el propio Gobierno y sus aliados independentistas se está socavando la división de poderes, por no hablar del eterno ataque a la Corona que algunos miembros del Gobierno alientan cada día.

Don Felipe ha vuelto a ser ejemplar una vez más, como lo es cada día de su reinado. No ha rehuido ningún tema y ha hablado a los españoles de manera franca y directa, sin tibieza, contando la cruda realidad, sin edulcorarla, pero lanzando un mensaje de esperanza e ilusión.

Ha recordado la necesaria cooperación entre los distintos poderes y ha señalado que las instituciones han de actuar con rectitud y con respeto a la Constitución y a las leyes, al tiempo que reclamaba realizar un ejercicio de responsabilidad y reflexionar para evitar la división y el deterioro de la convivencia.

De la misma manera, el Rey ha reivindicado tanto los valores de la Transición como el legado de la Constitución, recordando que el desarrollo que ha experimentado España en los últimos cuarenta años ha tenido como base la reconciliación de la Transición y la convivencia que nos otorga la Constitución, cuyos principios y valores, en palabras de Don Felipe, son “un valor único en nuestra historia política que debemos proteger”.

El Rey, una vez más, nos ha vuelto a robustecer el ánimo, como aquel tres de octubre de 2017, al recordar que España no es la primera vez que se enfrenta a desafíos mayúsculos, habiendo sabido resolverlos siempre, de manera que volveremos a salir adelante, nos recordó, como sucede cuando hacemos las cosas unidos. Por último, volvió a reiterar su compromiso con una forma de actuar ejemplar.

El Rey, con su discurso, ha vuelto a poner de manifiesto que es el símbolo y garantía constitucional de unidad de la nación. La Corona ha sido la única institución que en los tiempos convulsos de las últimas crisis de estos años, tanto sanitaria como económica, ha sabido estar a la altura en todo instante, cumpliendo perfectamente con su papel, por mucho que algunos políticos, minoritarios, pero con presencia en el Ejecutivo, hayan intentado vituperarlo, pero no triunfarán, pues España, el Estado-Nación más antiguo de Europa, si ha sabido salir adelante en otras circunstancias muy adversas, también logrará hacerlo en esta ocasión, pese a que contemos con el peor Gobierno en el peor momento. Cuando la Historia avance, este Ejecutivo no será nada más que una anécdota desagradable, mientras que España -y Dios quiera que la Corona- permanecerá. Feliz Navidad.