El retorno de la ‘vicetodo’ (Sáenz de Santamaría)

Soraya Feijóo

El tiempo todo lo puede, según tiene acreditado el que quizá sea el mayor historiador español de todos los tiempos, Claudio Sánchez-Albornoz, que fue presidente del Gobierno de la II República en el exilio, hoy, enterrado junto a Adolfo Suárez en la inmortal catedral de Ávila.

El aserto también vale para los tiempos actuales y sus personajes. La que fue vicetodo en los Gobiernos de Mariano Rajoy ha vuelto de manera discreta, sin hacer ruido y lejos de generar polémica. Soraya Sáenz de Santamaría, tan vituperada por el ala dura del Partido Popular, que le hace responsable de algunos de los desaguisados más importantes de aquellos inquietantes años, vuelve -tras cinco años de ausencia- al Partido Popular de Núñez Feijóo, aunque no de manera orgánica, sin cargo, ni oropel.

Hay que recordar que tras la gran crisis provocada por la caída de aquel Gobierno -bolso incluido-, la número 2 del presidente Rajoy perdió su batalla por liderar el PP frente a Pablo Casado y a partir de ahí han pasado cinco largos años. Desempolvando su título de abogado del Estado, Soraya se mimetizó con su trabajo profesional, consciente -nunca ha dejado de ser una mujer inteligente- de que su tiempo principal en política había pasado, al menos, circunstancialmente. En el PP recuerdan estos días que la vallisoletana, que tuvo algún episodio de salud, siempre ha acudido en auxilio de algún compañero(a) cuando se le ha demandado, siendo un caso reciente el del hoy flamante alcalde de la ciudad del Pisuerga, Jesús Julio Carnero, amigo personal de la ex vicepresidenta.

La llegada al poder popular de Alberto Núñez Feijóo le abrió la posibilidad de retomar el contacto con el centroderecha político bajo las siglas PP. Cierto es que algunas de las personas más cercanas a la que en su día fue la mujer más poderosa de España ya se habían incorporado a la barca del gallego, esto es, Fátima Báñez, principalmente, pero también otros nombres menos sonoros como el aragonés Roberto Bermúdez de Castro, sin olvidar a Cuca Gamarra y a su sin fin de ex colaboradores que hoy trabajan en la Fundación Reformismo21, entre los que cabe mencionar al emergente Elías Bendodo, o los jóvenes vicesecretarios generales Carmen Fúnez o Bojar Sémper.

Escrito de otra manera, el sorayismo, que fue demonizado por el tándem Casado/García Egea y algunas de sus más principales terminales mediáticas, ha vuelto. En ese entorno, nadie oculta que la moderación y el talante como señas de identidad del líder gallego son aguas propicias para que los más genuinos representantes del clan Soraya hayan vuelto a zambullirse en las turbulentas aguas de la política nacional, unido todo ello a la posibilidad cierta de que el viejo partido que fundara Manuel Fraga vuelva al poder.

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