Opinión

Quién te ha visto y quién te ve, pequeño Marlaska

El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, pretende acabar con la Ley de Seguridad Ciudadana de Mariano Rajoy -esa que la izquierda ha bautizado como Ley Mordaza- para sustituirla por otra en la que Policía y Guardia Civil queden desprotegidos ante los violentos. Uno de los aspectos más graves de la reforma socialcomunista es que quedará sin efecto la prohibición de grabar y difundir las imágenes de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, salvo que «generen un peligro cierto» para ellos y sus familias. Pues bien, el propio Grande-Marlaska, cuando era vocal del Poder Judicial, en marzo de 2014, consideró, en relación con el uso de las imágenes, que «el peligro que ello puede suponer para su seguridad personal (de los agentes) o la de sus familias, las instalaciones protegidas o el éxito de la operación, justificaría su infracción contra la seguridad ciudadana». Es decir, todos los vocales del órgano de los jueces, incluido Marlaska, consideraron que la ley del PP era perfectamente válida y sólo reprochaba que su formulación era «vaga y extensa».

O sea, el mismo Fernando Grande-Marlaska que entonces consideró que era lógico prohibir la grabación y difusión de imágenes de policías y guardias civiles abandera ahora una reforma que deja a los pies de los caballos a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que perderán, además, la presunción de veracidad. En suma, que su palabra valdrá tanto como la de sus agresores. Pues bien, siendo Marlaska vocal del CGPJ, este órgano subrayó que «la presunción de veracidad de las actas, denuncias y atestados formulados por los agentes de la autoridad» estaba «reconocida» en las leyes vigentes.

Quién te ha visto y quién te ve,  pequeño Marlaska. Ahora critica la «hiperventilación» del PP ante la reforma de la Ley de Seguridad, pero con tal de mantener su cargo de ministro es capaz de entrar en contradicción consigo mismo.