Opinión

Preocupa más el mensajero que los abusos

Agresiones sexuales, acosos múltiples y reiterados, maltrato psicológico… y a Podemos lo que más le preocupa es que OKDIARIO sigue adelante con las investigaciones periodísticas sobre uno de sus mayores escándalos hasta la fecha. El comportamiento de la formación dirigida por Pablo Iglesias a la hora de resolver este grave asunto es casi tan deleznable como los propios hechos. Ante las vejaciones a varias mujeres del Círculo Joven de Madrid, la responsable del Área de Igualdad de la formación morada, Alba Pez, asegura que “es difícil gestionar estas cosas en espacios políticos, mucho más con OKDIARIO encima”. ¿Difícil? ¿Qué más tiene que suceder para que corten el problema de raíz, expulsen a los culpables y los denuncien a la Policía?

Cualquier ciudadano que conozca un caso de este tipo y no lo comunique es cómplice del mismo. Estos falsos adalides de la nueva política deberían ser conscientes de ello. Sobre todo cuando han trufado sus mítines y campañas de un feminismo de salón que a la hora de la verdad se muestra totalmente fútil. La obsesión de Podemos con el control de los medios de comunicación en general, y con esta casa en particular, no les permite evaluar con congruencia la realidad. Algo inquietante para los más de 5 millones de personas que representan. Mientras las chicas agredidas claman desesperadas, presas del miedo y de la rabia, contra sus compañeros llamándolos incluso “putos agresores sexuales”, la dirección mira hacia otro lado, como si el problema fuera a desaparecer por el mero hecho de ignorarlo.

Ése es el nivel de madurez en la gestión que exhiben los podemitas. En lugar de afrontar esta sórdida situación, crean la figura de un enemigo externo sobre el que volcar su incapacidad para asumir las consecuencias. Tácticas de cartón piedra que, desgraciadamente para las víctimas, muestran que en Podemos no hay proyecto político ni moral. Casos como éste refuerzan la convicción con la que nació OKDIARIO. Un medio que apuesta de un modo inquebrantable por el periodismo de investigación y denuncia. Nuestro objetivo principal es mostrarles la verdad que se esconde tras la aparente realidad. Informar sin descanso sobre aquéllos que no respeten los principios elementales de una sociedad donde hombres y mujeres han de tener los mismos derechos y deberes.