Operación Búnker: el Mafiabúnker

Adolf Hitler estuvo encerrado en su búnker, al que llamaban Führerbunker, durante 82 días desde el 16 de enero de 1945 hasta que se quitó la vida el 30 de abril de 1945, junto con su esposa Eva Braun.
Pese a que la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial era inevitable desde meses antes, Hitler nunca estuvo dispuesto a rendirse, forzando a sus generales a una resistencia suicida, mientras los aliados bombardeaban Berlín tratando de poner fin a la guerra. Junto a él, Hitler arrastró al búnker a su círculo más cercano.
Se encerraron con el Führer su amante, Eva Braun, con quien se casó unas horas antes de suicidarse; su ministro de Propaganda, Joseph Goebbels; el secretario del partido nazi, Martin Bormann; más el personal de apoyo, médico y administrativo. Nadie fue capaz de frenar su locura. Nadie se atrevió a impedir sus crímenes. Nadie le puso freno.
Si bien desde 1988 existe en La Moncloa un búnker nuclear de tres plantas, con capacidad para unas 100 personas, dotado de hospital con quirófanos y un estudio de televisión; no es de esta instalación militar de la que se habla cuando se dice que Pedro Sánchez ha dado órdenes de cerrar filas en una resistencia total frente a los incontables escándalos de corrupción que lo tienen hundido en un pozo de excrementos, para aguantar como sea hasta finalizar la legislatura en 2027; en la que ya ha sido bautizada como Operación Búnker.
Con una similitud absoluta con el Führerbunker de Hitler, Sánchez se ha encerrado, metafóricamente hablando, con su amada esposa Begoña y sus colaboradores más leales, entre los que ninguno se atreve a decirle que, en su obcecación por resistir, no sólo se los va a llevar a todos por delante, sino que va a destrozar un PSOE del que viven tantos miles de militantes.
No va a entrar en el búnker de Sánchez ese concejal socialista que lleva toda su vida viviendo de un sueldo que le proporciona su afiliación al PSOE, sin dar un palo al agua, ni valer para ganarse la vida por su cuenta y ya vio peligrar su sustento en las últimas elecciones municipales en las que su partido perdió 400.000 votos y más de 2.000 ediles.
Sánchez tampoco va a dejar entrar en su búnker a ninguno de los cientos de defenestrados asesores de los consejeros autonómicos de las cinco comunidades que el PSOE perdió en 2023. Las bases del PSOE quedarán fuera del búnker pensando en dónde van a meter cabeza tras las elecciones autonómicas y municipales de 2027, con todo el entorno más directo de su líder sentado en el banquillo de los acusados por corrupción y muchos de ellos posiblemente ya condenados.
Siguiendo el ejemplo de Hitler, el búnker de Pedro Sánchez puede ser bautizado como el Mafiabúnker. Una instalación impermeable a las acciones judiciales y a las noticias publicadas por los medios de comunicación independientes.
En el Mafiabúnker sólo se verán los informativos de Silvia Intxaurrondo y las tontadas de David Broncano, María Patiño y Belén Esteban. Estarán vetados El País y la Ser, que hoy abren en portada con la noticia que hace un mes dio en exclusiva OKDIARIO, informando de que la UCO de la Guardia Civil disponía de los archivos de audio en los que Koldo García ha grabado a Santos Cerdán, hablando de comisiones de constructoras.
En el Mafiabúnker de Sánchez también estará prohibido hablar de la fontanera de las cloacas del PSOE, Leire Díez, de apagones y de trenes averiados. Todo se pintará de color de rosa socialista dentro del Mafiabúnker, mientras las bases del PSOE se tragarán toda la porquería, porque Sánchez tiene que aguantar hasta 2027, aunque sea pasando por encima de sus cadáveres políticos.