Opinión

¿La nueva Ausbanc?

La denuncia de los afectados por el ‘Caso Volkswagen’ puede suponer el principio del fin para Facua. Al teórico Camelot de los consumidores se le abre una profunda sima en su credibilidad después de que 6.228 personas le reclamen más de un millón de euros por una asistencia jurídica que nunca han recibido. Mediante un modus operandi cuanto menos sospechoso, fueron inducidos por la asociación a adherirse a ellos con la excusa de hacer presión en las redes sociales. El cebo se alimentó con el hastag #QUERELLAVW. Un truco para que cada uno pagara 59 euros al año más 27 euros de cuota de alta: 96 euros a los que, de manera excepcional, tuvieron que sumar otros 99. De esa manera, cada afectado dejó 200 euros en las arcas de Facua. Una asociación que, lejos de su pretendido aspecto de solidaridad y ayuda desinteresada, concibe el servicio a los demás desde una vertiente muy lucrativa. Ayuda que, por otra parte y a tenor de esta denuncia, podría constituir un fraude de dimensiones ciclópeas, ya que según los afectados jamás contaron con lo prometido.

Es una pena que su portavoz, Rubén Sánchez, —autoproclamado Robin Hood de todos los usuarios— pierda el tiempo lanzándole loas a la política energética de la dictadura chavista, o pontificando por televisión con su incansable prédica buenista, en vez de solucionar los graves problemas de sus clientes. Como si fuera una broma del destino, el hombre que escribió ‘Timocracia’ para alertar del fraude al que “empresas y gobiernos” someten a los consumidores, ahora tiene a más de 6.000 personas calificando de “fraude” la gestión que desarrolla su empresa. Y decimos “empresa” porque el señor Sánchez ha de saber que “asociación” o “activismo” es algo muy distinto. Esa admirable actividad es la que desarrollan, por ejemplo, colectivos como Cáritas, premio Ángel Herrera por sus valores éticos. Una labor construida sobre el altruismo y la solidaridad. Si finalmente se confirman los hechos, Facua y su heraldo podemita estarían cerca de emparentar con los modos de Ausbanc.