Opinión

No es nada personal: son solo negocios

«Es cierto que tengo muchos amigos en la política, pero dejarían de serlo si supieran que estoy metido en las drogas en lugar del juego, que para ellos es un vicio inofensivo», dejó dicho para la posteridad Don Corleone; y el ‘lotogate’ de Ferraz le ha dado la razón. La historia es sencilla: el PSOE compró un número de lotería íntegro y el lotero, en agradecimiento, les regaló cinco décimos que se quedaron tres trabajadores, entre ellos el gerente del partido, Goyo Martínez. A partir de ahí, denuncias, desmentidos y supuestas donaciones para apropiarse de los boletos premiados, en vez de repartirlo entre la familia y los amigos socialistas.

Amistad y familia son dos de los soportes básicos de la omertá. Cuando se resquebrajan, el silencio desaparece. Mientras esperamos a que eso ocurra y surjan informaciones malintencionadas, las frases de ‘El Padrino’ marcan el camino de Susana Díaz: «¿Pasas tiempo con tu familia? Bien, porque un hombre que no pasa tiempo con su familia nunca puede ser considerado un hombre de verdad». Don Corleone lo tenía claro: «La amistad lo es todo. La amistad vale más que el talento. Vale más que el gobierno. La amistad vale casi tanto como la familia». Aunque en Ferraz se menta más a la madre de los afortunados y se han olvidado de la familia y de la amistad, intuyo que un bombero susanista viaja a Madrid para atajar el caldo de cultivo de las delaciones en Navidad.

Solo Susana Diaz, la gran madre del socialismo, puede conseguir que la familia siga unida y evitar la debacle. Nuestra sociedad consigue olvidar cuitas y problemas alrededor de una mesa con las ricas viandas que nuestras madres rescatan de antiguas recetas que sus antepasadas guardaron para que ellas continuasen uniéndonos en estas fechas. Las madres saben qué es cuidar y proteger, salvo que hayan nacido desnaturalizadas, más en estos tiempos en que el sistema familiar ha cambiado tanto.

Madre hay más que una y Susana Díaz lo sabe porque ya no es necesario que sea la sangre la que la una a sus crías. En las familias actuales quien hace de madre es quien da cariño y exige responsabilidades. Por eso, desde Andalucía se gobierna Madrid. Sin ir más lejos, el otro día una de estas madres sobrevenidas me explicaba que los hijos de su pareja la consideraban su verdadera progenitora. A tal punto había llegado el cambio de papeles que la biológica le había pedido dinero si quería que cuidase de sus propios retoños. «Tengo que ir a una fiesta y si quieres que los cuide paga a la chica de servicio», le había dicho. Es el colmo de la desnaturalización: cobrar por cuidar a tus propios hijos. Obviamente la putativa se negó y ahí quedó la anécdota.

¿Tendrá Susana Díaz que pagar para que sus hijos putativos de Ferraz firmen la paz y se sienten juntos en Navidad? El silencio es lo importante y unos milloncejos en lotería premiada no puede condicionar las grandes donaciones del partido, más cuando el gerente está implicado en el affaire. Imagino que la manijera del sur ha puesto sus barbas a remojar. La imagen de un nuevo Bárcenas condiciona el futuro de Ferraz. Ahora se comprueban nombres, se ordenan silencios y se solicita protección.

En un futuro cercano, si rueda alguna cabeza será por un bien mayor. El fin común de los socialistas. La familia es lo primero, piensa la gran dama y nada va a alterar su merecido descanso. «No es nada personal, son sólo negocios».