Opinión

El mural de Messi, retrato de una Liga adulterada

La polémica expulsión de Bellingham por parte del colegiado Munuera Montero, que se suma a otras decisiones arbitrales sufridas por el Real Madrid en las últimas semanas -coincidiendo con las ayudas recibidas por el Barça, como la del lunes frente al Rayo Vallecano- alcanza ahora una nueva dimensión al desvelarse que el árbitro posee una empresa llamada Talentus Sports Speakers SL que ejerce como si fuese un cazatalentos para diversos clubes de fútbol y entidades, entre las que se encuentran el Atlético de Madrid, el Paris Saint Germain, el Manchester City -rival de los blancos en la Champions-y hasta a la ECA que preside Nasser Al-Khelaifi, lo que supone un clarísimo conflicto de intereses con la Liga.

Por si esto no fuera suficiente, OKDIARIO desvela que la empresa del colegiado Munuera Montero, situada  en la zona más exclusiva de Córdoba en una mansión de 893 m2, está rodeada de un jardín presidido por un mural de gran tamaño de Leo Messi vistiendo la camiseta del Barcelona correspondiente a la temporada 2019/20. No parece que alguien cuya labor debe de estar guiada por el principio imperioso de la imparcialidad haga exhibición de sus preferencias por un jugador referente en la historia del Barça, ni tampoco que pueda compatibilizar alegremente su labor de árbitro con una sociedad con intereses con clubes de la élite del fútbol mundial.

Si le añadimos el hecho de que Munuera reclute personal para Mediapro, quien controla las imágenes del VAR, que es el operador audiovisual preferente de la Liga y que además ayudó al Barça a través de sus directivos como avalistas, habrá que convenir que la situación es sencillamente escandalosa. Las sospechas se extienden como una mancha de aceite, hasta el punto de que no son pocos los que creen que la sombra de Negreira, ex vicepresidente del Comité de Árbitros que estaba a sueldo del Barça, es cada vez más alargada. O lo que es lo mismo: que la Liga española está adulterada.