Opinión

Pilar R. Losantos: «Las mujeres, si son judías o de derechas, no merecen la solidaridad del Gobierno»

Cuando creíamos que era imposible que Pedro Sánchez cayera más bajo después de amnistiar a golpistas, de indultar a corruptos de su partido, de poner a violadores en la calle o de prostituir la democracia infiltrando a socialistas con más carnet que currículum en todas las instituciones del Estado que se deberían presuponer imparciales, como el CIS o con este bochorno de Magdalena Valerio en el Consejo de Estado; esta semana nuestro presidente ha llegado a la cumbre de su récord macabro y ha conseguido que por segunda vez una banda terrorista le proclame como su héroe personal, algo que si no fuera por lo vomitivo que es tendría cierto mérito. Ya lo consiguió en el ámbito nacional con Otegi y los filoetarras y en este paso adelante hacia la degradación institucional de España ahora es el ISIS en su vertiente de Hamás la que emite un comunicado alabando las palabras del desgraciadamente Presidente del Gobierno de España.

Porque el problema no es que los peores asesinos del planeta sean complacientes de un tal Pedro Sánchez: el problema es que lo son con el Presidente de los españoles. Un líder que en la televisión pública de nuestro país se ha atrevido a decir que para él el visionado de imágenes en las que Hamás exhibe el cuerpo desnudo y profanado de una judía por las calles de Gaza para que los palestinos escupan sobre ella es una simple «anécdota».

Entiendo que cuando uno se acostumbra a que sus socios de investidura sean partidos presididos por personas que han estado en prisión por terrorismo, por sedición o por malversación de caudales públicos, llegue un momento en el que el límite de lo moral sea difuso, pero me planteó una duda desde aquí:

¿No era éste el Gobierno del feminismo? Ya sabíamos que cuando las mujeres somos de derechas automáticamente dejamos de ser consideradas mujeres y sujetos de derecho o protección, ¿pero las judías tampoco son mujeres? ¿No merecen la solidaridad del autoproclamado presidente más feminista del planeta las cientos de chicas violadas por terroristas el 7 de octubre? ¿No merecen la solidaridad del presidente del sólo sí es sí las mujeres, ancianas, jóvenes y niñas que han estado más de 50 días secuestradas en unas condiciones lamentables? ¿O es que ellas sí consistieron? ¿A ellas no las queremos vivas y que solas y borrachas puedan llegar a casa sin que ningún terrorista las asalte? ¿Y qué pasa con los cadáveres profanados de chicas adolescentes que estaban en un festival de música? ¿O es que violar a una chica israelí está justificado porque su religión le permite llevar la falda demasiado corta y las ideas de su Gobierno son contrarias a las del Gobierno de progreso de España?

El grado de propaganda terrorista que estamos consumiendo en España lleva mucho tiempo superando el límite de nuestras posibilidades, pero el cinismo de la izquierda con las mujeres israelíes demuestra que el feminismo nunca ha sido una causa transversal para defendernos a todas de machistas como ellos. El mal llamado feminismo que defiende la izquierda es una excusa más para generar odio hacia cualquier colectivo que no comparta su credo. Porque esto ni siquiera es una batalla de hombres contra mujeres: es una batalla de la extrema izquierda sectaria frente a todos aquellos, y también y especialmente todas aquellas, que no nos arrodillamos ante su dictadura social. El Presidente del Gobierno de España cree que ver el cadáver de una chica violada es una anécdota. Los españoles que sabemos la diferencia entre el bien y el mal sabemos que lejos de ser una anécdota es un crimen de guerra.

Y por eso, por todas las mujeres israelíes olvidadas por el Occidente connivente con el terrorismo, nosotros los españoles decentes siempre, a pesar de nuestro Gobierno, vamos a estar aquí a vuestro lado.