Opinión
PRIMERA LÍNEA

El mensaje alarmista de la extrema izquierda está calando

Está calando el mensaje de la izquierda de que España está viviendo una «emergencia democrática» ante la posibilidad de un gobierno de coalición PP-Vox, alarmando a la población de que se va a producir un retroceso de décadas en cuanto a libertades. De momento, en Baleares vamos a tener la oportunidad de comprobar la veracidad del mensaje, puesto que PP y Vox van a gobernar en coalición en los consells de Mallorca y Menorca. En lo que se refiere al gobierno en solitario del PP en la Comunidad Autónoma, todo dependerá del acierto en la aplicación de los 110 puntos acordados.

Debo decirlo. No entiendo la doble abstención de Vox en las votaciones de investidura. La primera, vale. ¿Pero la segunda? ¿No decía su portavoz que el acuerdo al que se había llegado con el PP valía más que una Conselleria? De la misma manera, no se entiende, la doble negativa de Vox a poner en marcha el día a día del Ayuntamiento de Palma. En la primera cogieron a la oposición de extrema izquierda con el pie cambiado, pero a la segunda, con el voto favorable de toda la izquierda, la negativa de Vox ha supuesto crear una primera descalificación, levantando sospechas sobre su fiabilidad. Mira que lo siento, porque Fulgencio Coll y Gari Durán son valores dignos de ser aprovechados, al máximo, en un gobierno municipal de coalición.

También debemos preguntarnos, todos, si fue la emergencia democrática, la de verdad, lo que movió al electorado el 28M a retirarle la confianza a la extrema izquierda en Baleares, después de ocho años imponiendo de forma sistemática su biblia ideológica. Mala gestión, mucho adoctrinamiento.

¿De qué recorte de libertades nos habla la izquierda? El pensamiento libre ya se lo están cargando con la Ley de Memoria Democrática. ¿Derogarla, será un retroceso en libertades o más bien todo lo contrario? En Sumar ya el programa llevaba algunas perlas, que de inmediato han retirado ante las alarmas generadas. Como es el caso de penalizar, incluso expulsarles de la carrera a los periodistas que les resulten incómodos. Por mucho que hayan borrado algunas propuestas polémicas, lo cierto es que la mona, aunque se vista de seda, mona se queda. Son comunistas, y por tanto, contrarios a las libertades individuales como la historia no se cansa de recordarnos.

Por cierto, la candidatura de Sumar al Congreso, por Baleares, le da alas a Més –por extensión a ERC- como recambio a la eliminación de Podemos. ¿Debe leerse como una nueva conquista de libertades? ¿Vicenç Vidal?
¿Defender el bilingüismo, consagrado por la Constitución y el Estatut y ya sabemos de qué pie calzan los separatistas, obsesionados con la inmersión, y no solamente ellos, también significará pérdida de libertades o más bien todo lo contrario? Porque en ningún momento se habla de eliminar una de las dos lenguas cooficiales, sino de ponerlas en valor a las dos. Punto. El problema es que peligra el negocio multimillonario de la inmersión, algo que no pueden permitir los que viven del chollo, porque peligra el ídem.

¿Penalizar la administración a los okupas y defender la propiedad privada es también una pérdida de libertades? ¿Desalojar la bandera LGTBI de las fachadas de los edificios institucionales, de cualquier simbología ajena a las banderas que representan a la población en su conjunto, también constituye una pérdida de libertades? ¿No será que el regreso a la normalidad recorta protagonismo a la supremacista biblia progresista y solamente eso?

Marga Prohens dijo en su discurso que iba a poner a la familia en el centro de su gestión. ¿Poner en valor a la familia tradicional es recortar libertades? ¿De verdad que lo es? Desde luego, es más progre aflorar familias líquidas, siguiendo las enseñanzas estrambóticas del Ministerio de Igualdad.

¿Decir, Prohens, “reivindicar unas Baleares que no forman parte de ningún otro país que no sea la España plural, es en efecto un recorte de libertades?

Estamos cansados de escuchar a la extrema izquierda eliminando alusiones a España, permanentemente. Hablan, de “un país”, como en esa canción de Lluís Llach que acabó siendo diputado de JxC en el peor de los momentos. ¿Eso sí es una conquista de libertades? ¿Renunciar a nuestra historia es una conquista de libertades? Insisto: ¿de verdad? ¿Vendernos a Cataluña sí es la mayor conquista de libertades? El 28M, el electorado los envió a su casa, y lo hizo, precisamente, porque eran insufribles sus fobias a la convivencia.

La noche del 23J será soberana, sin duda alguna. Pero el electorado de Islas Baleares no debe olvidar la afrenta del Gobierno de España, negándose a la representación institucional en consonancia con la solemnidad del acto que tuvo lugar el 7 de julio en Sa Llotja. Tres ministros para Armengol y sólo una directora general para Marga Prohens. Éste es su talante, es su tarannà, es decir, «el carácter de una persona o gobierno y su manera de obrar».

¿También esto es un avance en libertades? ¿Se ha quejado Armengol, ante el miserable ninguneo de su Gobierno Frankenstein? ¡Claro que no! Por lo que el electorado de Baleares debería tomar nota ante el agravio extensible al conjunto de la población del archipiélago. Pues los galones de cualquier presidencia autonómica, según dicta la ley, son equivalentes a un ministro de España y no puede ser rebajada la representación institucional. Salvo por la simple venganza de una izquierda que no entiende de libertades

Si el 28M echamos a la basura de la historia a la extrema izquierda, aunque solamente sea temporalmente, el 23J no podemos olvidar ese agravio y en consecuencia Francina Armengol es indigna de representarnos. También la candidatura de Sumar porque simplemente silencia a Unidas Podemos para instalar en su lugar a los separatistas de Més. El regreso a la normalidad ha de prevalecer si de verdad deseamos recuperar la convivencia que con tanto ahínco intenta destruir un Frankenstein nacional inspirado en el equivalente balear. ¿De verdad que es una conquista de libertades convertir en diputada a Francina Armengol? La marea azul hoy es un imperativo innegociable. De lo contrario, el falsario Pedro Sánchez volverá a las andadas con nuestra ex presidenta bailándole el agua. El PSOE, definitivamente, ha colapsado, a imagen y semejanza de Francia, Italia y Grecia. Ahora le toca a España.