Opinión

Más lamborghinis y menos socialismo

En la inauguración del nuevo curso político en un acto en el Instituto Cervantes, dijo ayer el socialista Pedro Sánchez, que «España será un país mejor cuando tenga más transporte público y menos lamborghinis». Y lo dijo sin mirarse al espejo después de bajarse del jet privado que lo llevó al paraíso de los millonarios que es Andorra, tras pasar sus vacaciones en el palacio de lujo de La Mareta.

Todos sabéis que el imputado hermano de Pedro Sánchez declara un patrimonio de más de 2 millones de euros, con los que se podría comprar 6 o 7 lamborghinis. También estáis informados de que al socio de la imputada Begoña Gómez, el Gobierno de su marido le adjudicó contratos por más de 22,2 millones de euros, que son unos 75 lamborghinis. O que al imputado comisionista del caso Koldo Víctor de Aldama, la justicia le ha embargado un Ferrari Portofino, otro Ferrari F12 y un Porsche Macan GTS, que no tienen mucho que envidiar a los lamborghinis. Pero, además de contaros todos los lamborghinis que se podrían comprar estos socialistas tan próximos a Pedro Sánchez, es necesario analizar el contexto en el que el presidente del Gobierno ha pronunciado la frase.

Desde hace más de 25 años, Lamborghini forma parte del alemán Grupo Volkswagen que desde 1984 mantiene abierta una fábrica en Pamplona, la cual en 2023 fabricó 273.273 coches, el 90% de ellos para la exportación, con una plantilla de más de 5.000 trabajadores. Pero, además, Volkswagen está construyendo una gigafactoría de baterías en Valencia que generará 3.000 empleos directos y 30.000 indirectos, con una inversión de 4.500 millones de euros. Así que no parece muy acertado que el presidente del Gobierno de España le toque las narices al dueño de Lamborghini.

En 2023 Lamborghini superó por primera vez en su historia las 10.000 unidades vendidas a nivel mundial. La lista de países donde más venden la encabeza Estados Unidos, seguido de Alemania, China y Reino Unido, apareciendo también en ella Italia, Francia y Suiza; y cerrándola India en el puesto 14 con 103 unidades vendidas. Pero en ella, lamentablemente, España ni aparece, ya que aquí el año pasado se vendieron sólo 46 vehículos de esta marca de lujo.

Pero si no se tiene en cuenta la población de cada país, los datos anteriores son engañosos. Así, por ejemplo, en España se vendió el año pasado casi un Lamborghini por cada millón de habitantes, mientras que en China solamente llegaron a 0,6 y en India 0,07. Teniendo en cuenta los habitantes de cada país este ranking lo encabeza Suiza, con 23,71 lamborghinis vendidos por cada millón de habitantes, seguido de Reino Unido (11,96), Alemania (11,47), Australia (10,11), Canadá (9,17), Estados Unidos (9,0), Corea del Sur (8,41), Italia (6,94), Taiwán (5,59) y Japón (5,28). Y así, sin darnos cuenta, prácticamente hemos replicado el Índice de Libertad Económica elaborado por la Fundación Heritage, como indicador de seguridad jurídica, crecimiento económico y políticas públicas. Índice en el que España ocupa el mediocre puesto 55 de 184 en el ranking global, y el aún peor 31 de 38 del ranking de países de la OCDE. Por eso aquí se venden tan pocos lamborghinis.

La venta de lamborghinis está directamente relacionada con la libertad económica presente en cada país, la cual se ha demostrado que está a su vez correlacionada con la libertad política y el bienestar de la población. Por tanto, además de no ser muy inteligente que Pedro Sánchez hable en contra del Grupo Volkswagen, que tanto invierte para generar empleo en España, desear que en nuestro país se vendan menos lamborghinis es lo mismo que pedir que todos seamos menos prósperos y libres, que es lo que el socialismo ha logrado siempre en todo el mundo. Así que, por el bien de todos, más lamborghinis y menos socialismo.