Sánchez voló a su finde romántico con Begoña en Andorra en un jet privado de Gestair a 7.000 € la hora

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, utilizó un jet privado cuyo coste es de 7.000 euros la hora para su escapada romántica a Andorra con la imputada Begoña Gómez. Se trata de una de las aeronaves que el PSOE le paga para sus desplazamientos durante las campañas electorales. Se desconoce quién ha pagado la factura del flete en esta ocasión. La empresa que ha gestionado dicho vuelo privado es la misma que la que contrata Ferraz de forma habitual.

El secretario general socialista y su esposa viajaron a Andorra el pasado viernes por la mañana tras 25 días de vacaciones entre Islandia y Lanzarote y un viaje oficial de tres días por África. Pedro Sánchez y Begoña Gómez, en contra de los planes iniciales, que pasaban por aterrizar en el aeropuerto de La Seo de Urgel, viajaron en un jet privado hasta el aeródromo de Gerona-Costa Brava. Tomaron tierra alrededor de las 12:00 horas. Desde ahí ambos fueron en helicóptero hasta el lujoso Sport Hermitage Hotel & Spa en el que se alojaron.

Ese mismo día por la tarde, a bordo de un vuelo regular de la compañía Iberia, se desplazaron desde el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid-Barajas hasta La Seo algunos colaboradores del presidente, aunque el viaje, según fuentes de Moncloa, era «de carácter privado». De hecho, no hubo ningún tipo de encuentro institucional con las autoridades andorranas. El miércoles, antes de su llegada, viajaron hasta Andorra también una decena de escoltas que trasladaron por carretera el coche oficial blindado en el que habitualmente se desplaza el dirigente socialista. Sánchez quería moverse por el Principado en helicóptero, pero no se lo permitieron.

Pese a que todo el viaje lo organizaron con el máximo secreto, intentando que no se conociera nada de su escapada romántica a Andorra, OKDIARIO destapó los planes de Pedro Sánchez y Begoña Gómez. Este periódico avanzó el lujoso hotel en el que se iban a alojar, con precios de hasta 2.600 euros la noche, y el viernes por la tarde publicó las primeras imágenes de la pareja en su destino. Concretamente en las imágenes se veía a Sánchez y Begoña Gómez enfundados en sendos maillots y sobre bicicletas valoradas en 12.000 euros cada una por las pistas de Soldeu. Iban acompañados de uno de los guías más experimentados de la zona y nueve escoltas.

Un día más tarde, el sábado, cuando ya no podían esconder su escapada romántica, el presidente del Gobierno concedió una breve entrevista a la televisión pública andorrana para explicar su viaje al país: «Nos vamos a quedar el fin de semana, vamos a ver el campeonato de descenso. Quiero felicitar a las autoridades de Andorra porque realmente la logística y cómo está organizado es muy bueno. Todo es en visita privada y para disfrutar», aseguró Sánchez.

Del Falcon al jet privado

Pedro Sánchez apenas coge ya un vuelo regular para sus desplazamientos por España y por el mundo. Sean estos por motivos profesionales, como presidente del Gobierno o secretario general del PSOE, o por motivos personales. Lo habitual es que el jefe del Ejecutivo viaje a bordo del Falcon, el avión del Ejército del Aire destinado para el transporte de personalidades. Pero en campañas electorales, por ejemplo, el Partido Socialista le alquila jets privados de lujo para evitar tener que coger vuelos regulares o el tren de alta velocidad. Pese a que le tiene declarada la guerra a los vuelos de corto radio. En el acuerdo con Sumar se planteó la prohibición.

Más allá del uso del avión privado para los desplazamientos profesionales, costeados bien por el Estado o por el partido que dirige -cuya financiación es también mayoritariamente pública-, el presidente se decanta por este tipo de vuelos exclusivos para viajes privados y de placer. Es el caso del que Sánchez ha realizado este pasado fin de semana a Andorra, junto a su esposa imputada, Begoña Gómez. A Lanzarote, al palacio real de La Mareta, fueron en Falcon. Para ir a Islandia, sin embargo, los Sánchez-Gómez optaron por un vuelo regular. El precio de un jet privado para ir de Madrid a Reikiavik les hubiera costado alrededor de 28.000 euros por trayecto, en el caso de optar por el avión más humilde.

RECTIFICACIÓN DE PEDRO SÁNCHEZ PÉREZ-CASTEJÓN