Opinión

Un ‘mandao’ sanchista cabalga por el Banco de España

  • Graciano Palomo
  • Periodista y escritor con más de 40 años de experiencia. Especializado en la Transición y el centro derecha español. Fui jefe de Información Política en la agencia EFE. Escribo sobre política nacional

En los ambientes político/económicos ya se intuía que José Luis Escrivá llegaba al Banco de España hacer lo que la persona que le ha situado ahí dictara. No ha pasado mucho tiempo para confirmar todas las sospechas.
Ya han puesto pies en polvorosa media docena de probos altos funcionarios del banco supervisor que han estado dispuestos a soportar las formas iracundas y cavernarias del ex ministro de Sánchez que en los dos cargos que tuvo fracasó con estrépito.

Pero los sectores financieros españoles se han llevado las manos a la cabeza al conocer la dimisión de Ángel Gavilán como director general del Banco. Un hecho de gran relevancia, insisten en esos predios.

Gavilán es un hombre de enorme prestigio internacional, un funcionario independiente donde los haya, que no ha tenido más remedio que presentar su dimisión ante las «injerencias» y los acosos por parte de su jefe superior en el banco central.

No ha estado dispuesto a soportar esas presiones con el único objetivo que dulcificara su Informe Anual y que alabara la gestión económica del Gobierno Sánchez.

Suma y sigue. La locura individual y colectiva (Gobierno) de colonizar todas las instituciones del Estado ha despertado ya el interés y la preocupación de la Unión Europea, desde los ataques a los jueces, los intentos de reformar el sistema judicial por el ministro Félix Bolaños hasta el control antidemocrático del resto de las instituciones, incluidas las grandes multinacionales españolas como es el caso.

¡Hay que echarlos! Es el grito que más se oye en relación con el Gobierno en muchos sectores de la vida española. Este Escrivá, tan taimado (¡gracias Rajoy!) tiene que ser uno de los primeros, aunque haya que cambiar todas las leyes necesarias.