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Hay una dañina especie exótica en España que se cuela en tu casa y no sabes que está hasta que es demasiado tarde

  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

Hay animales que destacan a simple vista. Otros se adaptan tan bien que ni se notan, pero a veces las consecuencias no tienen que ver con el tamaño. Hay bichos pequeños, casi invisibles, que pasan desapercibidos… hasta que ya están por todas partes. Este es uno de esos casos. Unahormiga pequeña, subestimada, que no destaca en la naturaleza, pero que tiene un efecto dentro de casa.

Se llama hormiga faraón, cada vez se deja ver más en España y puede que su impacto aún no se esté notando del todo.

Así es la hormiga que invade sin que la veas

La hormiga faraón (Monomorium pharaonis) no pica, no vuela y no muerde. Es diminuta: entre 1,5 y 2 mm, de un tono marrón claro tirando a amarillo. Vive en colonias enormes, con muchas reinas que pueden vivir de 4 a 12 meses, y cuando una se divide, no muere, sino que se multiplica. Así es como se expande tan rápido.

A esta hormiga no le gusta el bosque ni el campo. Prefiere interiores cálidos y húmedos. Se esconde detrás de zócalos, bajo suelos, entre cables. Donde haya calor, agua y algo que llevarse a la boca. Le gusta lo dulce, lo grasiento, lo que quede olvidado en la encimera: restos de mermelada, una gota de miel, migas de galleta, un trozo de queso o una servilleta con aceite. Y si no encuentra comida, también se alimenta de otros insectos, como moscas muertas, cucarachas pequeñas o larvas.

En España ya se han detectado en Madrid, Valencia, Cádiz, Gijón, Granada o Barcelona. También en Ibiza o Tenerife. Pero su tamaño hace que pase desapercibida hasta que ya está extendida por todo el edificio. Muchos no saben que la tienen hasta que el problema ya se ha salido de control.

Se cree que la hormiga faraón es originaria del sudeste asiático o del África tropical, aunque su verdadero origen no está del todo claro. Lo cierto es que, gracias al comercio internacional, ha conseguido extenderse por casi todo el planeta y hoy se encuentra en todos los continentes, salvo en la Antártida. En España, incluso se venden colonias por internet, lo que supone un riesgo evidente de expansión si llegan a liberarse accidentalmente.

¿Cómo es la amenaza de esta hormiga?

Aunque la hormiga faraón es una especie exótica, no aparece en el Catálogo español de especies invasoras ni en las listas europeas o autonómicas. La razón es sencilla: no altera los ecosistemas naturales. Esta hormiga no compite con especies autóctonas ni modifica el entorno silvestre. Lo suyo ocurre entre paredes: hospitales, cocinas, viviendas, locales o cualquier espacio cerrado con calor y humedad.

Transporta bacterias como salmonela, estreptococos o estafilococos. Se la ha visto dentro de quirófanos, encima de gasas, en incubadoras y en tubos de goteo. En hospitales de Reino Unido, Brasil o Polonia se han encontrado colonias activas dentro de instalaciones médicas. También provoca alergias en personas asmáticas y contamina alimentos en viviendas y comercios.

Su eliminación es difícil. Se esconde en grietas, se adapta al entorno, y cuando se intenta eliminar, responde dividiéndose y creando nuevos focos. Hace falta tratamiento profesional y mucha constancia.

Los métodos caseros suelen fracasar porque no alcanzan todos los nidos. Además, al usar productos repelentes, las colonias pueden fragmentarse aún más y dispersarse por otras zonas del edificio, empeorando el problema en lugar de resolverlo.