Opinión
PRIMERA LÍNEA

¿ELLA es lo bueno del socialismo para las políticas autonómicas?

Días pasados Héctor Gómez, el portavoz del grupo socialista (PSOE) en el Congreso de los Diputados, viajaba a Palma para reunirse con sus iguales y digo iguales, del PSIB-PSOE. Para entendernos la palabra, iguales, según la RAE nos refiere «que tienen las mismas características en algún aspecto o en todos». Gómez, diputado por Santa Cruz de Tenerife, vino a sustituir a la ineptitud personificada o sea Adriana Lastra. Se nos vendía su llegada al modo de persona moderada y conciliadora. Poco le duró la tarjeta de visita, porque de inmediato se puso el mono de trabajo, es decir, la intransigencia que tanto gusta a los sanchistas ya sean pardillos, bufones o simple rebaño.

En Palma tuvo ocasión de dejar algunos titulares, recogidos por una prensa paniaguada que tanto a él como a la también socialista Francina Armengol después entrevistarían y por supuesto sin preguntas molestas que hoy en día ser periodista parece significar sumisión al poder ejecutivo, por la vía de las subvenciones creadas para tapar bocas. ¡Qué ilusión, unas plañideras! Unas plañideras firmando abundancia de información que llega al lector sin ánimo crítico. Un ejemplo. Armengol afirmando que el PSIB-PSOE es el único partido que puede ofrecer soluciones a las demandas de la sociedad.

Mensaje subliminal en el que se subraya: «Único Partido con Soluciones», pero no se contrasta con el hecho de que sólo uno de cada diez menores de 30 años se puede emancipar, porque en los siete años del Pacte de Progrés el precio de la vivienda se ha incrementado un 72%. Ni por asomo una política eficaz de viviendas sociales. Y sí, en cambio, se transmite esta buenaventura de la socialista Armengol: «PP y VOX son partidos antisistema que van en contra de Baleares». Simple soflama, claro está, o dicho en palabras de la RAE: «Expresión artificiosa con que alguien intenta engañar». Perfecta definición del relato progresista. ¿Verdad, paniaguados?

Francina Armengol, mujer tan pagada de sí misma y soñándose en un gran pedestal eternamente, no tardó en colgar en su cuenta de Twitter algunas de las frases de su compadre Héctor Gómez. Tal que ésta: «Armengol, eres un ejemplo para el conjunto de nuestro país». También vale como muestra del peloteo incesante, «tu liderazgo determina lo bueno del socialismo para las políticas autonómicas». La prensa local, paniaguada, se hizo amplio eco de tales alabanzas, incluso en una entrevista se elevó a titular esta declaración de la presidenta socialista, la misma del Hat Bar: «El Govern ha estado al pie del cañón cuando más falta ha hecho». Dando ejemplo, desde luego no.

Y por no dar ejemplo cabe interpretar dejar a la ganadería balear a los pies de la bancarrota; como a la pequeña empresa y comercio; el sector servicios o familias en riesgo a las que se prometieron ayudas al alquiler que apenas llegaron pese al engorde de las arcas públicas. Asimismo, impedir investigar qué ha ocurrido con las niñas tuteladas y prostituidas o la corrupción que al parecer campa a sus anchas en el entorno del podemita Juan Pedro Yllanes, y así sucesivamente. Todo muy pero que muy edificante.

También el PSIB-PSOE colgó en su web declaraciones de Héctor Gómez en un acto de partido. Por cierto, en esas mismas declaraciones se machaca al militante o simpatizante con el mantra de que el PSOE, todo él sanchista, es la encarnación misma de la socialdemocracia. Lo dice con insistencia y sin despeinarse. Pero también decía, refiriéndose a la derecha, que «menos demagogia y oportunismo». ¡Vaya! ¿De verdad? ¿Acaso no es demagogia y oportunismo autoproclamarse socialdemócrata un partido tan escorado a la extrema izquierda y por lo tanto la antítesis de la socialdemocracia?

Se entiende la insistencia porque los verdaderos socialdemócratas se van de estas siglas en estampida, porque según sondeos recientes un millón de los votos socialistas parecen decantarse ya por el PP de Núñez Feijóo. Desde el congreso socialista de Valencia se ha convertido en consigna a repetir hasta la saciedad que este PSOE es socialdemócrata. Francina Armengol tomó nota y también lo viene repitiendo a la mínima ocasión.

Aunque la verdadera perla de esta visita de Héctor Gómez a Palma es ésta: «No tenemos una oposición que esté a la altura de las circunstancias y que responda a lo que la ciudadanía espera». Es de suponer que lógicamente se refiere a PP y VOX, cuando habla de «la oposición que no está a la altura».
¿Se ha enterado el portavoz socialista de los resultados electorales que han tenido lugar en Galicia, en Madrid y en Castilla-León? ¿Es consciente de la previsible debacle de los socialistas el inminente 19-J en Andalucía? ¿Y no será que la ciudadanía, lo que de verdad espera, es mandar a casa a la tropa de vividores sin talento ni escrúpulos que, ahora sí, encarna el PSOE?

También se precipitó Héctor Gómez dando de comer alfalfa a la autoestima de Armengol con esta turbulencia: «Tu liderazgo determina lo bueno del socialismo…». ¿Qué liderazgo? ¿El que infunde ser un referente que se ha ganado el respeto de quienes le siguen? ¿Ser una persona carismática a la que se escucha con admiración? Por supuesto, no. Su liderazgo se puede identificar con el ordeno y mando y ser la jefa de la oficina de colocación. Un liderazgo, por otra parte, perfectamente identificable en otros partidos.
El problema de Baleares es que no tiene líderes (el único que hubo se llamó Gabriel Cañellas que procedía de la Universidad de Deusto); que carece de políticos capaces de crear empatía; de ser auténticos referentes y entonces, en el reino de los ciegos el tuerto es el rey, con el agravante de que el tuerto en este caso se llama Francina Armengol, es decir la del Hat Bar. ¡Yuppi!

Situados en este punto conviene recordar que la llegada de Francesc Antich a la secretaría general del PSIB-PSOE, continuada después a pies juntillas por Francina Armengol, se cargó lo que de socialdemócratas les quedaba a los socialistas baleares para entregarse a la sumisión pancatalanista. Antich que procedía del PSM y Armengol de ERC. Las cosas como son. Y son, así de sencillo, que ambos se apuntaron al PSIB-PSOE para medrar y nada más.

¿Es ELLA «lo bueno del socialismo para las políticas autonómicas»? ¿Una nostálgica de los países catalanes y en consecuencia de la inmersión que va en contra del ordenamiento constitucional? ¿ELLA, que ha vendido nuestra historia y nuestros hombres ejemplares al pancatalanismo, menospreciando los signos emblemáticos de nuestra identidad? El tuerto tiene su coartada.

Desgraciadamente, la derecha liberal incluso conservadora aquí carece de la determinación imprescindible para hacer frente a las mentiras fundidas en el disfraz de bondades que nos vende una izquierda que nos está llevando al abismo irremediablemente. Hay una enormidad de votantes esperando a ver quién será capaz de revelarles el engaño de los progres. ¿A qué esperan PP y VOX para plantarles cara sin complejo alguno? El tiempo se agota.
¡Cómo se añoran perfiles potentes como el de Cayetana Álvarez de Toledo!