Opinión

Jueces sevillanos frente a ‘Pumpidone’

  • Graciano Palomo
  • Periodista y escritor con más de 40 años de experiencia. Especializado en la Transición y el centro derecha español. Fui jefe de Información Política en la agencia EFE. Escribo sobre política nacional

El espurio y demostrado interés del Tribunal Constitucional, colonizado por uno de los peones señeros del sanchismo, se dirimirá finalmente en el Tribunal Europeo de Justicia. ¡Nunca es tarde si la dicha es buena!

El intento de Conde-Pumpido y sus corifeos en dicho Tribunal de borrar las fechorías perpetradas durante lustros en Andalucía desde el propio gobierno socialista de Chaves y Griñán que costaron a los españoles unos mil millones de euros (contabilizando las distintas tramas) se ha topado con la dignidad de la Audiencia de Sevilla tratando de impedir un fraude de ley y una injusticia histórica.

En efecto. Tras muchas idas y venidas la Audiencia de Sevilla se inclina finalmente por acudir a Europa para impedir que Pumpidone (el asiduo visitante del privativo Santo Mauro) perpetre el borrado de gravísimos delitos de corrupción en un predio donde siempre mandó la izquierda corrupta hasta hace pocos años. No es un asunto baladí. De ahí que el sanchismo en estado puro se haya movilizado para tratar de impedir el recurso ante el TJUE. Los expertos jurídicos entienden que si se sustancia el recurso tiene altísimas posibilidades de prosperar, exactamente igual que un recurso ante la reciente Ley de Amnistía para los golpistas catalanes.

Sánchez, en su locuela huida hacia adelante, ha laminado todo prestigio en aquellas instituciones que ha tomado al asalto, muy singularmente el Tribunal Constitucional. Con mucho esfuerzo y tiempo se podrá revertir una situación intolerable de degradación democrática. Y se empieza en Andalucía y continuará con los profesionales de la Justicia puestos en pie en todos los juzgados de España.

Conde-Pumpido pasará a los anales del Derecho como un hombre con toga que se puso a las órdenes de un político desalmado, en contra del interés general de su pueblo y todo sentido común.