Opinión

Inspiraciones

Es lunes por la mañana. He leído todos los periódicos buscando algo de inspiración para esta columna. La excesiva tranquilidad es enemiga acérrima de la creatividad. Los temas de actualidad son cruelmente dramáticos, hoy no me siento con fuerza para abarcarlos. Cae el otoño por fin y, con él, esa manta de melancolía que lo cubre todo. Página en blanco, bueno, ya no, ya llevo unas líneas-, la cabeza plana, planísima, sin ganas de problemas, sin ganas de hacer daño y, menos aún, de que me lo hagan a mí o a alguno de los míos. Explicada mi situación, a modo de solicitud de benevolencia o clemencia, voy a continuar haciendo pequeñas reflexiones de cosas menores que pueden hacer que un día mejore sustancialmente.

Se desenchufa la mente para cargarla (curiosamente, la tecnología es a la inversa). Vuelta a empezar. Abrir los ojos, descansada, tranquila. Un nuevo día por delante. Las noticias siguen ahí. Cuántas tragedias, injusticias, qué dolor. Mi perrito viene a recordarme que nada es tan importante, que todo es efímero. Al final, todos vamos a morir. Mientras tanto, es mitad de octubre. Mirar hacia arriba y agradecer, porque nada altera nuestra grandeza original sui generis.