Opinión

Hito histórico en la tierra de Mañueco

  • Graciano Palomo
  • Periodista y escritor con más de 40 años de experiencia. Especializado en la Transición y el centro derecha español. Fui jefe de Información Política en la agencia EFE. Escribo sobre política nacional

Alfonso Fernández Mañueco, salmantino con ancestro político, es uno de los barones de referencia dentro del amplio cosmos de poder regional y municipal con vitola del Partido Popular, esto es, del centroderecha español, europeísta y con determinación para otear el futuro sin perder las señas de identidad tan históricas como universales en la tierra que gobierna.

Gobernar un territorio  tan extenso (el mayor de todas las regiones que componen actualmente la Unión Europea) con tan escuálido presupuesto, 2.700 millones  de euros (2023) no resulta asunto baladí. Máxime si no se pierden de vista los 15.000 millones del morro y por la patilla que Pedro Sánchez ha regalado a Cataluña por mor de sostener su presidencial trasero.

El fin de año ha regalado al pueblo castellanoleonés, al presidente Mañueco, a su Gobierno y al equipo que le rodea una noticia esperanzadora y muy educativa en tiempos de aciago sentimental y melancólico. Los legendarios –por históricos– reinos de antaño que hoy componen las nueve provincias mesetarias han recibido a través del Informe Pisa, cuyo rigor nadie pone en almoneda, una gran noticia del presente y para el futuro. Esto es, la comunidad autónoma de Castilla y León tiene la mejor Educación de toda España y se instala entre las mejores del mundo a tenor de PISA 2022. Subrayando: el histórico resultado pasa por ser la mejor en todas las áreas, Matemáticas, Ciencias y Comprensión Lectora. «Nadie hasta el momento lo había conseguido», señala un Mañueco pletórico. No es para menos dentro del desierto general (Cataluña, esencialmente) que establece PISA para el conjunto del Estado.

Hay que decirlo por corto y por derecho (lo dice PISA): frente al empobrecimiento de las políticas educativas de los gobiernos de Pedro Sánchez (estas cosas le importan tanto como una higa, lo suyo son las fotos y las asesoras de imagen), la Comunidad de Castilla y León da ejemplo de austeridad, seriedad, esfuerzo colectivo entorno a un asunto capital como es la educación y la formación de las generaciones del futuro inmediato.  De sus docentes, obviamente; de los alumnos y sus familias, sí, pero también de la capacidad de gestión y de la voluntad política de un Gobierno en este caso presidido por un castellano de Salamanca, en cuya ciudad siempre la educación fue el santo y seña.

!Quien quiera saber, a Salamanca a aprender! Punto.