Opinión

Un Gobierno para consolidar la recuperación económica

El bloqueo político ya es historia tras la investidura de Mariano Rajoy. Ahora, el principal objetivo del Gobierno debe ser consolidar la recuperación económica. Tanto el Fondo Monetario Internacional (FMI) como el Banco de España prevén que nuestro país crezca a más del 3% durante 2016. Un ritmo que nos sitúa de manera indiscutible al frente de la Unión Europea. No obstante, los 10 meses de parálisis institucional pueden dejar secuelas si el nuevo Ejecutivo, apoyado por el resto de fuerzas constitucionalistas, no actúa de inmediato. El propio FMI advierte de una desaceleración de cara a 2017, donde España pasaría de ese 3% holgado al 2,2%. De ahí que sea fundamental que Rajoy ahonde en las medias que han desarrollado durante la primera legislatura. En ese sentido, hay un factor clave: la reforma laboral. Si bien la próxima legislatura está supeditada necesariamente a los pactos y el consenso, el presidente debe defender la vigencia y proyección de futuro del exitoso trabajo realizado por Fátima Báñez.

Si España disfruta ahora de una velocidad de crucero en su economía es, en gran parte, porque el paro está por debajo del 20% por primera vez en seis años. Un logro que, sin embargo, sólo es un paso más en el propósito de recuperar de un modo definitivo la prosperidad. La creación de empleo ha sido el agente principal de nuestra mejoría económica y es el verdadero pilar para el mantenimiento de las pensiones. Rajoy debe insistir en el desarrollo de las reformas que han propiciado pasar de un mercado laboral en ruinas —época de Zapatero— a la más que prometedora situación actual. Más trabajadores significan más cotizantes, lo que repercute de un modo positivo a la hora de reducir la brecha de 17.000 millones de euros entre gastos e ingresos que soporta la Seguridad Social. Por lo tanto, de un mercado laboral en avance y unos Presupuestos Generales adecuados dependerá cumplir con Europa y el objetivo del déficit. La economía es la base de nuestro futuro. Seremos lo que digan nuestros números.