Opinión
CARTA DEL DIRECTOR

Por favor, dejen de asfixiar a las pymes y autónomos

Una lectora denuncia la cacicada que está haciendo el Gobierno con las ayudas Covid

Vivimos en el siglo XXI, y estamos volviendo a los «lujos» de primeros del siglo XX porque no podemos sustentar o mantener el Estado de bienestar en el que queremos vivir, ya sea impuesto por nosotros mismos o por los estándares de la sociedad moderna en la que estamos. Tenemos aire acondicionado pero nos abanicamos para no encenderlo porque la factura de la luz se dispara.

No nos damos cuenta de que, por suerte o por desgracia, España es y sigue siendo un país de PYMES, donde lo que más reina son los autónomos: si no hay autónomos o no hay empresas que oferten trabajo, no hay país. La clase media es y será el motor de un país.

Y aún así seguimos escuchando cómo el Gobierno se vanagloria de, por ejemplo, las súper ayudas que concedió durante la COVID-19, y que ahora sorpresiva y lamentablemente nos encontramos en la tesitura de que las mutuas de trabajo nos están reclamando por órdenes la devolución de cantidades que se nos prestaron como supuestas ayudas durante la pandemia del 2020.

El envío de cartas con la solicitud de la devolución de determinadas cantidades se hizo de forma masiva justo después de las elecciones de julio del 2023. La supuesta fundamentación fue simplemente que las reglas del juego fueron cambiando conforme avanzaba la pandemia, y ahora, supongo, que es según los fondos de los que disponemos.

El eco que NO se ha escuchado es que estas prestaciones se tuvieron que declarar en renta como rendimientos del trabajo, perjudicando así al contribuyente. Y ahora se nos reclama la devolución de un dinero que nos dejaron para ayudarnos, y que nos perjudicó en renta. Cada vez me convence más la frase de que «en esta vida nada sale gratis».

A los asalariados que no se os olvide que mientras estabais en ERTE y se iba descontando paro, nadie nos lo contó, o bien lo contaron más tarde, pero es así, porque como he indicado antes las reglas del juego fueron cambiando a antojo del Gobierno, según su conveniencia, sin pensar en el ciudadano de a pie.

Creo que desde hace mucho que hay algo en este país que no funciona, no sirve para nada que nos sentemos en una mesa con una cerveza a arreglar el mundo. Esto es motivo, o debería serlo, de propulsar una demanda colectiva, o una plataforma como se ha hecho en otras ocasiones. Da igual el gremio, da igual el trabajo, estamos todos afectados por igual, a todos nos están solicitando cantidades a devolver, en menor o mayor cuantía, el estado de alarma se decretó el 14 de marzo, no el 1 de abril o el 5 de mayo.

Por favor dejen de asfixiarnos, dejen de apretarnos, ustedes mismos fueron los que levantaron la voz con la frase «nadie se va a quedar atrás». Recapaciten y sigan aplicando esa misma máxima, porque ahora más que nunca hay familias que no pueden comprar ni comida.

Siento que la voz o la escritura es lo único que nos queda para parar todo esto, o al menos nos sigue quedando, y si no hacemos nada… sólo el derecho a la pataleta.

Un saludo de una ex autónoma. Sólo espero que esto llegue a leerse y recapacitemos.