Opinión

¿Y éstos son los defensores de la ética en la vida pública?

PSOE, PP y Ciudadanos se equivocan gravemente al tumbar la comisión que investigaba las revelaciones de Corinna zu Sayn-Wittgenstein sobre Juan Carlos I y sus presuntas cuentas en Suiza, las comisiones que habría cobrado del AVE a La Meca así como su posible acogida a la amnistía fiscal. Los tres grandes partidos constitucionalistas —aunque los socialistas pongan en cuestión esto último por sus constantes devaneos con los golpistas catalanes— deben velar por la ética, la transparencia y la ejemplaridad en la vida pública. Sin embargo, prefieren desviar el foco en el Congreso de los Diputados y dejar en nada las confesiones de la «amiga entrañable» del Rey Emérito sobre sus posibles intereses offshore. En este caso hay que reconocer la voluntad y determinación de Podemos por conocer la verdad.

Aunque la formación que dirige Pablo Iglesias esté instalada en el dislate en la mayoría de sus ideas y propuestas, en el caso particular de las cintas de Corinna —desvelado en exclusiva por OKDIARIO— se le puede aplicar la sentencia del célebre escritor estadounidense G.K. Chesterton: «Lo correcto es lo correcto, aunque no lo haga nadie. Lo que está mal está mal, aunque todo el mundo se equivoque al respecto». Y lo correcto en este caso por parte de Pedro Sánchez, Pablo Casado y Albert Rivera hubiera sido permitir que las investigaciones llegaran hasta el final y que los inspectores de la Agencia Tributaria hubieran seguido el rastro de esas supuestas cuentas de Juan Carlos I en un paraíso fiscal como Suiza.

De esta manera, y por mucho que el desempeño de Felipe VI esté siendo paradigmático, la sombra de la sospecha sigue sobre la institución monárquica, a la que le hacen un flaco favor. Queda claro una vez más que un Rey emérito recibe un trato distinto al que tendría cualquier ciudadano español. Algo que, ante todo, es pernicioso para su imagen, ya que tener cuentas en territorios offshore y ocultar tu identidad mediante familiares o abogados —Álvaro de Orleans de Borbón o Dante Canonica— es una deslealtad y un desprecio al resto de contribuyentes que mediante el sacrificio de los impuestos pagan Pensiones, Educación, Dependencia o Infraestructuras. Un desenlace con luces y taquígrafos hubiera reforzado la credibilidad de la Monarquía. Actuando así, PSOE, PP y C’s sólo alimentan las sospechas y frustraciones de los españoles.