Esta noche es Nochebuena, pero no cabe un tonto más

El grado y nivel de desbarranque mental del socialcomunismo va en aumento. Y como muestra, dos ejemplos. Por una parte, las Juventudes Socialistas de Madrid han organizado una charla bajo el título «La menstruación es política» para reivindicar que debe ser normal que alguien diga con naturalidad «que tiene la regla». Es una manera como otra cualquiera de perder el tiempo, pero revela hasta qué punto los jóvenes socialistas no son capaces de distinguir entre los trascendente e importante y lo puramente chorra. Más les valdría preocuparse por los auténticos problemas de los españoles y dejarse de memeces. «Menstruar dignamente no está al alcance de todas las mujeres. No es un lujo, es un derecho. Es inherente a nosotras, no es una opción.  Se vulneran nuestros derechos. El derecho a la salud física y mental. Queremos ponerlo en la agenda política». Por razones obvias, entrecomillamos las conclusiones más profundas de la charla socialista para que el lector se haga idea de cómo se las gasta esta gente.

Por otra parte, el Ministerio de Igualdad de Irene Montero lanzó el pasado fin de semana una campaña en la que acusaba a la Policía de racista. La iniciativa partió del Consejo para la Eliminación de la Discriminación, cuyo presidente, Antumi Toasijé, acusó de xenofobia a aquellos que se disfrazaban de rey Baltasar y atacó a la empresa fabricante de los «Conguitos» por hacer que las personas afro se sientan insultadas por su «imagen racista». Igualdad difundió a través de las redes sociales varios mensajes incluidos en una misma campaña que buscaba luchar contra el racismo. «Me han identificado por mi color de piel u otros rasgos físicos sin una razón objetiva», se podía leer en uno de ellos.

Entre la menstruación de las juventudes socialistas y el Ministerio de Igualdad con sus críticas a los «Conguitos» está todo dicho. Está noche es Nochebuena y hay que ser especialmente tolerantes, pero en este país no cabe un tonto más.