Opinión

El equipo de Feijóo

  • Graciano Palomo
  • Periodista y escritor con más de 40 años de experiencia. Especializado en la Transición y el centro derecha español. Fui jefe de Información Política en la agencia EFE. Escribo sobre política nacional

Se habla, escribe y comenta mucho acerca del círculo interior de Alberto Núñez-Feijóo. Cierto es que el run/run va más de puertas adentro y en la grey de centroderecha, que día a día está más impaciente con la realidad política que le rodea.

Lo primero que hay que escribir, y escribo, es que el presidente del Partido Popular tiene todo el derecho, of course, a montar su equipo con gente de su entera confianza. Hay parcelas, quizá, con enorme importancia en la imagen y, por lo tanto, con incidencia en el voto, en las que se necesitaría una mayor iniciativa, mayor empuje y algo más de movimiento.

Pero en términos generales, poco se puede hacer, aunque se intente y, de hecho, se intenta, porque los alisios no son propicios. En toda Europa hay una corriente en favor de la derecha más radical y España no es una excepción. Ése es el gran problema para el PP. A lo que hay que añadir que enfrente tienen un leviatán sin corazón ni modales democráticos que todo lo fía a los cascotes del muro.

Creo que el equipo es lo suficientemente solvente para enfrentar los retos que le rodean. Miguel Tellado, sustituyó a Cuca Gamarra, que estuvo en momentos muy convulsos y permanece como vicesecretaria general. Tellado ha demostrado tener pituitaria política y está vacunado de complejos tan frecuentes en la no izquierda española. Tipo determinado y práctico que ahora mismo tiene la responsabilidad de mantener a un enorme partido en primer tiempo de la ofensiva.

Las dos portavoces parlamentarias, la leonesa Ester Muñoz y la abulense Alicia García, que, en medio de filibusterismo sin cuento por parte del bloque izquierdista, dan la cara y se baten el cobre.

Juan Bravo ha demostrado competencia y dedicación estajanovista en los asuntos económicos que ahora comparte con Alberto Nadal. El malagueño Elías Bendodo, tan decisivo en su día en la victoria popular en Andalucía (asunto nada baladí), está al frente de la coordinación autonómica y local, al mismo tiempo que en el análisis electoral. Incluso sus más acendrados críticos no tienen inconveniente en reconocerle intuición política y sentido de la realidad que es lo esencial en un dirigente político en activo.

El gran Esteban González Pons está por voluntad propia en Europa, subrayando la presencia del PP español en la formación mayoritaria por aquellos lares.

Cayetana Álvarez de Toledo es el rayo intelectual e ideológico en el Congreso que hace palidecer a sus contrincantes en cuanto accede a la tribuna de oradores.

Otro de los hándicaps de la coyuntura popular sea el exceso de protagonismo nacional por parte de algunos dirigentes(as) autonómicos; que de alguna manera diluyen el protagonismo de la persona que teóricamente está llamado a liderar un futuro gobierno. Mantiene las mismas actitudes públicas de los últimos años y toda ola tiene su desenfilada. Hasta el momento, Feijóo ha tenido tiento para no excitar las bajas pasiones.

La suerte es primordial en la vida. Mucho más en la vida política. Los paseos militares son siempre más gratificantes que la adversidad, pero lo que realmente hace fuerte a un líder es saber tragar sapos y ventear dificultades sin alardear de ello. Eso sí, sin olvidar nunca.