Don Pelayo, el Muro y las concertinas… Esto es remediable
Ojo al dato: el 48% de los electores del centroderecha español están todavía –según dicen los demóscopos más fiables– indecisos ante lo que van a hacer, ante lo que van a votar el próximo día 28. Esto arrastra una noticia buena: efectivamente, que puede haber una conjunción del centroderecha para apear, para quitar a Sánchez de La Moncloa, pero también puede haber un envés; que esto no valga para que Sánchez se vaya, precisamente, de La Moncloa. Y Sánchez sigue siendo un peligro. Fíjense ustedes lo que ha pasado esta misma semana en el Congreso de los Diputados, concretamente en la Diputación Permanente, donde se ha valido nada menos que del voto de los independentistas y de los etarras para acrisolar, para asentar sus decretos-leyes electorales.
¿Qué sucede? Que el centroderecha –los políticos de centroderecha más bien– aún no se han enterado de este dato, y ahí andamos con propuestas realmente salidas de tono como, por ejemplo, empezar la campaña en Covadonga, como si hubiera que reconquistar como Don Pelayo España. Y esto del muro en Melilla y Ceuta, para conseguir que nadie pase por las concertinas que ahora existen, no tiene sentido. Me decía una eurodiputada, Jiménez Becerril, fíjense ustedes qué sucedería si al final ponen el muro y el rey Mohamed VI se enfada y nos quita cualquier acuerdo de pesca. ¿Pero de qué estamos hablando? Cuidado con lo que está pasando. El 48% de los españoles de centroderecha están indecisos. Esto es remediable.