Cruzada socialcomunista contra la Navidad

Navidad

Lo de este Gobierno socialcomunista es una cruzada en toda regla contra la Navidad, de modo que no se descarta que la emprenda contra la mula y el buey de Belén, por aquello del maltrato animal. Primero fueron los juguetes de Reyes, con la recomendación del ministro de Consumo, Alberto Garzón, de que no se regalen juguetes bélicos a los niños ni muñecas vestidas de rosa a las niñas. Ahora, Garzón la ha emprendido contra los roscones de Reyes, acusando a los reposteros de poner grasas y aceites vegetales en lugar de «nata, nata». Dice el ministro que están introduciendo un sustitutivo a base de grasas y aceites vegetales, «donde predominan los de palma, coco y otros mezclados con grasas hidrogenadas». Al ministro habría que pedirle un poco de prudencia, porque estigmatizar al gremio de pasteleros en vísperas del momento del año en que más venden es un disparate pluscuamperfecto. Que haya algunos fabricantes que en lugar de nata pura añadan aditivos no implica que el Ministerio de Sanidad la emprenda contra un sector que lo que necesita es ayuda del Gobierno para hacer frente a la crisis y no campañas marcadas por la más absoluta desconfianza.

Y es que con este Gobierno intervencionista hasta la náusea tenemos que comprar los regalos y el roscón que ellos quieran. Antes de que el socialcomunismo llegara al poder, los españoles ya éramos lo suficientemente maduros como para distinguir entre la «nata, nata» y la nata con aditivos. A este paso, con tal de cargarse la Navidad, prohíben -como decíamos al comienzo- los Nacimientos por utilizar de manera perversa y atentatoria contra los derechos de los animales la figura de la mula y el buey. A alguien le puede parecer una exageración, pero de este Ejecutivo cabe esperar cualquier cosa. Primero fue el boicot a los trajes de super héroes o de princesas porque «estereotipan». Y ahora, contra el roscón de Reyes. ¿Por el roscón o por lo «de Reyes»?

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