Opinión

Comunismo en Cátedra Petro (presidente de Colombia)

  • Graciano Palomo
  • Periodista y escritor con más de 40 años de experiencia. Especializado en la Transición y el centro derecha español. Fui jefe de Información Política en la agencia EFE. Escribo sobre política nacional

Gustavo Petro, presidente de Colombia, en otros tiempos terrorista (M-19) y amigo de narcotraficantes, no ha tenido dificultad para explicar su idea y teoría comunista unos días antes de despedir 2022 y con su país en muy serios problemas de toda índole. En síntesis, el mandatario resume su militancia comunista de la siguiente manera: «Los pobres, cuando dejan de ser pobres y tienen, ¡entonces se vuelven de derechas… Los pobres, cuando salen de la pobreza y se convierten en clase media, votan contra nosotros… Y esos pobres que salen de la pobreza viven como en Miami, pues se acabó la humanidad…».

No sé por qué han hecho falta tantos libros y tratados de sesudos pensadores si un ex terrorista convertido en presidente de una gran nación lo ha explicado a la patalallana con tanta precisión como talento. ¿Qué es lo que viene a decir Petro? Pues que a la izquierda, no le interesa que los pobres dejen de ser. pobres porque entonces dejan de ser parte de su carnaza. Habrá que agradecer al inquilino de Nariño -¿dejará de ser de izquierdas con todo el oropel que le rodea?- la claridad con la que ha expuesto su tesis y su programa de gobierno. Dejar que los pobres sigan en la miseria para que sus votos sean esclavos in eternum de las satrapías comunistas. Añade algo más: «Cuando los pobres se hacen clase media consumen más y ello no interesa al planeta. Si lo hacen (como en Miami) el mundo explota». Es decir, para mantener un planeta limpio, los pobres no pueden consumir más y salir del círculo de la miseria.

Petro es coherente con su ideología. He conocido en profundidad países de su entorno dominados por regímenes socialcomunistas o comunistas en estado puro. Cuba, como principal bastión. Doy fe que los pobres llevan 63 años siendo cada día más pobres, mientras una ‘nomenklatura’ dirigente vive como marajás caribeños, ajenos por completo al hambre y el sufrimiento del pueblo. Matan, encarcelan, torturan, para que la situación no cambie. Luego, vino Nicaragua y, posteriormente, Venezuela.

Cómo me gustaría que los correligionarios españoles de Castro, Ortega, Maduro y Petro subieran un día a la ¡tribuna del Congreso de los Diputados o pidieran hora y día a Vicente Vallés para explicar lo que ha explicado con claridad meridiana el presidente de la República de Colombia. ¡Gracias Gustavo! Qué gran profesor se ha perdido Harvard.