Opinión

Bildu subirá el precio de su apoyo a Sánchez: amnistía para los presos etarras

Parece evidente que el nombramiento de Pello Otxandiano, delfín de Arnaldo Otegi, como candidato de Bildu a lehendakari en las próximas elecciones vascas esconde la intención de la coalición proetarra de marcar un punto de inflexión en las relaciones con el PSOE y dar un salto cualitativo en sus exigencias a Pedro Sánchez: lo de la agrupación de presos de ETA en cárceles vascas es ya caza menor y objetivo cumplido para Bildu. Lo siguiente es la «amnistía» para los presos de la organización terrorista.

Será por eso que Otxandiano, considerado uno de los ideólogos de Bildu y procedente de Sortu, el ala más dura de la coalición proetarra, apoyó en el Ayuntamiento de su localidad natal una declaración a favor de los presos de ETA que exigía la «amnistía» para los reclusos de la banda terrorista. En concreto, el texto fue presentado por el entonces alcalde de Otxandio, Santiago Uribe, en el Pleno municipal del 22 de diciembre de 2011, poco después de que ETA decretase el «cese de la actividad armada» el 20 de octubre de aquel año. Dicha iniciativa recibió el voto favorable de los siete ediles de Bildu en el Consistorio, incluido Otxandiano, y el de uno de los dos concejales del PNV. El otro se abstuvo. En suma, que Otxandiano, el designado por Arnaldo Otegi, tiene claro que la hoja de ruta inmediata pasa por hacer valer el apoyo de su formación al Gobierno de Sánchez.

Y esto significa que, aprovechando la actual coyuntura política, Bildu exigirá la amnistía a los terroristas presos: nada de reagrupación en las cárceles vascas, sino su puesta en libertad en la presente legislatura. Los proetarras son conscientes de que el Gobierno de Sánchez puede descarrilar en cualquier momento, razón de más para que su exigencia se presente con carácter casi inmediato, no vaya a ser que los avatares de la política nacional frustren sus planes. La pregunta es: ¿se plegará Pedro Sánchez al chantaje proetarra? Vistos los antecedentes, lo que hace unos meses parecía difícil hoy resulta probable. Ya saben: todo cabe bajo el mantra de la convivencia. Hasta la infamia.