Opinión

Los balances triunfalistas de un sociópata zumbado

Las encuestas no manipuladas dan mayoría a la suma de PP y Vox en futuras elecciones, lo que permite soñar con sacar de La Moncloa al sociópata que se ríe de las normas y de los jueces. Sin embargo, el presidente de la ciudad autónoma de Ceuta, Juan Jesús Vivas, quiere arruinar nuestros sueños. Se ha permitido insultar a Abascal y le declara persona “non grata”, latinajo que atenta contra el artículo 19 de la Constitución: “Los españoles tienen derecho a elegir libremente su residencia y a circular por el territorio nacional. Este derecho no podrá ser limitado por motivos políticos o ideológicos”. El del tufo socialcomunista y promarroquí debería leer el artículo 19 antes de cometer otras idioteces.

Dimitir sería una salida noble a su torpeza, pues ha metido en un feo lío a su jefe, Casado. Tras aquel infame discurso del líder del PP en el Congreso -que no venía a cuento, ni nadie esperaba- contra el líder de Vox, tiene una ocasión de oro para desagraviar a Abascal. La mejor solución sería destituir a Vivas. El PP, aparentemente serio, no puede tolerar que le crezcan los enanos. Es preferible el Casado que planta cara a Sánchez, cuando el papanatas asegura que “España lidera la recuperación” y le argumenta con razones válidas que “ha destruido la economía”. Para llegar a La Moncloa, habrá de contar con los votos del partido más votado en el feudo ceutí, el de Abascal. Vivas es un estorbo y el toro, un Ferrari.

El sociópata zumbado ahora se dedica a hacer balances triunfalistas, tan falsos como él. Su última perla reza así: “España tiene medalla de oro de la vacunación”. Aprovecha las Olimpiadas para mentir. Es recurrente y confunde el ingenio con el plagio. Estando la pandemia totalmente descontrolada, por la nefasta gestión que ha hecho de la misma, se toma tres semanas de plácidas vacaciones, agotado de engañarnos sin cesar. Y nos abandona en la cresta de la quinta ola, jurando tenerla bajo control, mientras el gran emergenciólogo César Carballo ve un incremento en sus niveles de contagio, debido a la propagación de la variante delta y anuncia la llegada de nuevas olas. ¿A quién creer, a un zumbado que no tiene ni pajolera idea de lo que es este maldito virus, ni le importa, o a un famosísimo experto, que sabe absolutamente todo sobre el Covid?

Tras haber hecho el ridículo en Europa y América, el sociópata se ha ganado un retiro. Ojalá lo estire mucho y no vuelva nunca. Porque todo aquello que toca Sánchez se convierte en una inmensa ruina. El maniquí, además de inútil, es gafe.