Opinión

Así es si así os parece o cómo dar por cerrada la crisis entre dos reinas

Después de una larga semana de bombardeo en todos los medios de comunicación y en las redes sociales de la imagen de la Reina Letizia impidiendo que la madre del Rey Felipe se hiciera una foto con sus dos nietas, el Palacio de la Zarzuela vio claro que tenía que actuar lo más rápido posible para borrar esa imagen de la retina de millones de personas. Y si no era posible hacer desaparecer la desagradable impresión que quedó en la mente de la mayoría de las personas que la habían visto una y otra vez, tratar de sustituirla al menos por otra que mostrara que la sangre no había llegado al río y que todo tiene arreglo en la vida por muy imposible que parezca.

La primera parte del intento de dejar atrás los gestos hostiles de la infame escena llegó pocas horas después de que don Juan Carlos fuera intervenido quirúrgicamente para sustituirle la prótesis de rodilla que le fue implantada hace unos años por otra más moderna. Se preparó para ser la escenificación de que con buena voluntad todo se puede corregir, por muy violenta que hubiera sido la imagen que mostró la tensión existente entre suegra y nuera. Quien lo hizo, tuvo en cuenta hasta el detalle más nimio para que todos los que la contemplaran creyeran a pies juntillas que las relaciones entre las dos Reinas se habían recompuesto y no había la más leve sombra de duda de que así era. Sonrisa permanente en las caras de doña Letizia, doña Sofía y don Felipe y gesto, un tanto insólito, de la consorte del actual Rey al abrir la puerta del coche a su suegra y tenderle la mano para ayudarla a salir del vehículo.

Igual sucedió al día siguiente con la incorporación a la idílica escena de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, que acudieron al hospital donde se recuperaba don Juan Carlos. Sus nietas llegaron con sus padres y su abuela, juntos en un solo automóvil, a visitar al abuelito, al igual que lo habían hecho en otras ocasiones en que el anterior Jefe del Estado tuvo que ser hospitalizado. Sonrisas amplias de los cinco, las manos de las niñas cogidas a las de su abuela y gestos de cariño evidentes para hacer olvidar lo que había pasado hacía justo una semana.

La crisis vivida se dio por cerrada con las palabras de don Felipe al ser preguntado por el incidente previo. “Todo está bien” concluyó el monarca.
Así es si así os parece, es el título de la farsa filosófica de Luigi Pirandello, escrita en 1917, que trata de la verdad, el contraste entre la realidad y la apariencia, entre lo verdadero y lo falso. Y no sé por qué el título de esa obra de teatro se cruzó por la mente de más uno el pasado fin de semana después de ver a la Familia Real protagonizar una escena de plena armonía.