Opinión

Armengol, la ‘malasangre’

Es el colmo del sectarismo, la quintaesencia de la perversión ideológica: los ciudadanos de Baleares donantes de sangre y tejidos sólo podrán ser atendidos por médicos y enfermeras que sepan catalán. Es decir, que aunque se disponga de una dilatada experiencia, un médico, un enfermero o un técnico de laboratorio no podrán trabajar en el Banco de Sangre y Tejidos si no se dispone del certificado de catalán. El proceso para la selección de personal mediante concurso y concurso-oposición declara obligatorio e imprescindible saber catalán, requisito más importante que la capacidad profesional. Son plazas de auxiliar clínico, enfermería, médicos y técnicos de laboratorio. La Fundación Banco de Sangre y Tejidos de Baleares es un organismo perteneciente al Govern que ha abierto un proceso de selección de personal para reducir la temporalidad en la función pública. Los aspirantes que ya están en activo y no puedan acreditar el conocimiento de la lengua catalana, quedan exentos de presentar el certificado, pero si consiguen la plaza en el proceso de selección están obligados a aprender el catalán y tendrán un plazo de dos años para presentar el certificado. En caso de que transcurrido ese tiempo no puedan acreditar el nivel de conocimientos de la lengua catalana serán cesados en el puesto de trabajo que hayan obtenido por mucha preparación, conocimientos y experiencia que tengan como médicos, enfermeros o técnicos de laboratorio. En total, se convocan 41 plazas.

Resulta inconcebible que ante una emergencia sanitaria por falta de profesionales como la que sufre las islas, el Gobierno socialcomunista de Baleares sea capaz de adoptar una medida que es todo un atentado a la salud pública. Malasangre Armengol ha llevado su dictadura del catalán a un extremo delictivo, porque se está poniendo en juego la salud de los ciudadanos. A este paso ya sólo queda que la sectaria Francina Armengol prohíba donar sangre a los castellanoparlantes. Todo se andará.