Opinión

Amistad incondicional entre Monedero y los proetarras

Desde que Juan Carlos Monedero justificara la violencia de ETA, y dijera que la Policía «distribuía heroína» en el País Vasco para frenar a la «juventud más peleona», se aseguró un lugar de privilegio en el entorno donde se camuflan los terroristas. En gratitud por aquella pérfida teoría de la conspiración contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, por la connivencia con los violentos en mítines y encuentros políticos, viene la constante presencia del ideólogo de Podemos entre ellos. Monedero no tiene más principio ni más partido que su propio ego. Por eso, poco le importa colaborar con los proetarras de Bildu siempre que él sea el protagonista escénico. Incluso, a pesar de que dicha actividad le lleve a despreciar la línea que sigue el partido que fundó junto a Pablo Iglesias. Mientras el secretario general abandonó la idea de una renta básica universal —Renta Básica Ciudadana Incondicional, según los podemitas— por las numerosas críticas que recibió de economistas de todos los signos políticos, Monedero sigue apostando por ella en compañía de la ex diputada foral de Hacienda en Guipúzcoa por EH Bildu, Helena Franco.

La impericia de Monedero para manejar sus propias cuentas contrasta con la facilidad que muestra a la hora de desarrollar ideas para repartir el dinero de todos los españoles. Al tiempo que su empresa Caja de Resistencia Motiva 2 está en quiebra —amén de su dudosa honestidad fiscal— el profesor de la Universidad Complutense aboga por una renta universal básica de 622,4 euros como forma de «erradicar la pobreza». Una medida insostenible para un país como España, maniatado por la gravedad de un déficit público que se dispararía hasta el punto de llevarnos a la quiebra económica. Si será inviable que incluso un populista de manual como Pablo Iglesias ha renunciado a ella. Evidencias que, sin embargo, deben de resultar ignotas para Juan Carlos Monedero. Eso o que, al tiempo que contradice a Iglesias —algo que practica con entregada asiduidad—, quiera bailarle el agua a los proetarras para lograr la aceptación que jamás tuvo en Podemos. En cualquier caso, si hay algo inconcebible en nuestro país es una iniciativa que generaría un ejército de ciudadanos alienados de voluntad y voto por su total dependencia del Estado.