Cierre de Almaraz

Transición Ecológica licita por más de 28 millones de euros el desmantelamiento de Almaraz

El Gobierno activa el contrato encargando la ingeniería del desmantelamiento de Almaraz a Enresa

El Ministerio para la Transición Ecológica ha dado el primer paso para iniciar el desmantelamiento de la central nuclear de Almaraz (Cáceres) licitando por 28,6 millones de euros el contrato público para su desaparición.

Se da la circunstancia de que esta central nuclear es la instalación que más energía produce de toda España. Sin embargo, los planes del Gobierno son el de proseguir con el apagón nuclear en España.

Consejo de Ministros

Este inicio de licitación salió publicado en los acuerdos del Consejo de Ministros autorizando a Enresa, la sociedad pública encargada de gestionar los residuos radiactivos y del desmantelamiento de los reactores españoles, la contratación del servicio de Ingeniería para el desmantelamiento de la central nuclear de Almaraz, por 23,7 millones de euros sin IVA.

Según el Gobierno español, el trámite es el necesario para cumplir lo previsto en el séptimo Plan General de Residuos Radiactivos y en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima.

En concreto, el importe máximo del contrato, cuya licitación se iniciará próximamente, abarca la elaboración de la documentación y herramientas de gestión del proyecto, la preparación de estudios iniciales e ingeniería de diseño, la preparación de especificaciones técnicas y proyectos de obra, y la elaboración de documentación para la autorización de desmantelamiento.

Pérdida económica y de empleos

Según Foro Nuclear, «cerrar Almaraz provocaría la pérdida para España de 829 millones de euros anuales y 15.000 empleos», tras dar a conocer un estudio de la consultora Metyis que midió el impacto que un eventual cierre de la central nuclear de Almaraz tendría en términos socioeconómicos y de empleo.

Enresa anunció en junio del año pasado su intención de contratar los servicios de ingeniería para el desmontaje de Almaraz, pero ha mantenido el procedimiento en estado de latencia desde entonces a la espera del visto bueno del Consejo de Ministros.

Trámites para su desmantelamiento

De esta manera, Enresa está iniciando las labores previas al desmantelamiento de la planta, entre las que se incluye la preparación de la documentación reglamentaria para la futura solicitud de autorización correspondiente, y precisa de los servicios de ingeniería previstos en el contrato para cumplir el calendario establecido.

El de la central de Almaraz es el primer proyecto de desmantelamiento en España de dos reactores nucleares situados en un mismo emplazamiento. El calendario de cierre acordado en 2019 contemplaba la clausura del parque nuclear de manera ordenada entre 2027 -Almaraz- y 2035, con el final con la central de Trillo.

Vista de la central nuclear de Almaraz (Cáceres)

Ampliar su funcionamiento

No obstante, las empresas propietarias de Almaraz se han mostrado dispuestas a ampliar la vida útil de la central más allá de lo previsto, siempre que se den las condiciones propicias para ello.

Iberdrola, Endesa y Naturgy participan en CNAT (Centrales Nucleares Almaraz-Trillo), sociedad propietaria de ambas centrales, y tienen previsto celebrar el próximo mes de mayo una junta de socios para abordar una solución de futuro para la planta nuclear.

A este respecto, Iberdrola, principal accionista de Almaraz con una participación del 52,7%, ya anunció que propondría en el CNAT iniciar los trabajos necesarios para posibilitar la ampliación de la vida de la central.

Cambio geopolítico

Las energéticas aducen que, mientras que la decisión de un calendario de cierre se tomó en 2019, el contexto internacional ha cambiado 180 grados, lo que ha obligado a Europa a replanteamientos respecto a las decisiones del pasado, no sólo en materia comercial o de defensa, sino también en el ámbito de la autonomía energética y, por tanto, en el rol de la energía nuclear.

A este respecto, la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán estimó importante que las decisiones sobre el cierre o la continuidad de la nuclear tengan un horizonte de futuro cierto y «un consenso amplio entre empresas, administraciones, partidos políticos, trabajadores y ciudadanos».

Alta carga fiscal

Asimismo, aseguró que una apuesta nacional por las nucleares debe ir de la mano de «acabar con la alta carga fiscal y aportar visibilidad de sus costes a largo plazo».

Por su parte, Endesa -segundo accionista de la central extremeña con una participación 36%- también se mostró dispuesta, si se diesen las condiciones, a contemplar un hipotético escenario de renovación de la autorización de explotación de la central como complemento al escenario actual de su cierre.

La compañía que dirige José Bogas consideró que el protocolo de cierre acordado por las empresas y Enresa en 2019 «debe ser reinterpretado a la luz de la situación actual, que ha dado un giro radical respecto a la de hace seis años».

Central nuclear de Almaraz.

Cerrar sería un error

En este mismo sentido, la eléctrica subrayó que «prescindir de los siete reactores nucleares operativos en los plazos previstos del protocolo puede ser un error a día de hoy» y ha apostado «porque la continuidad de esta fuente de energía se revise a través de un acuerdo de Estado».

Mientras, Naturgy, que cuenta con una participación del 11,3% en Almaraz, respaldó como solución para la central nuclear una tregua sobre el calendario de cierre acordado en 2019 en su vida útil de dos y tres años, respectivamente para cada uno de sus reactores, para después «replanificar» un programa «razonable» para alcanzar las metas del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).