Tarjetas recicladas del banco que sirven para sentarse en las calles de Málaga

La ciudad andaluza instalará una treintena de bancos donados por el Santander fabricados con tarjetas recicladas

Tus tarjetas del Banco Santander, caducadas o dañadas, puede acabar en una de las calles de la ciudad de Málaga, recicladas y con un aspecto que nunca imaginarías, son transformadas en bancos…

Del banco al banco, pasando previamente por tu cartera, es la fácil expresión que podría resumir el acuerdo alcanzado entre la entidad financiera y el consistorio andaluz, a través de la empresa Limpieza de Málaga SAM.

Este acuerdo contempla la entrega a la ciudad de 33 bancos fabricados con tarjetas bancarias recicladas, un gesto que contribuye a hacer de Málaga una ciudad más sostenible.

Compromiso con Málaga

Ya hay instalados algunos de estos bancos en la calle Huescar y el pasaje Compositor Lehmberg Ruiz, en las inmediaciones de la avenida de Andalucía del Distrito de Cruz del Humilladero.

Las nuevas dotaciones de este mobiliario urbano reciclado han sido visitadas por el director territorial de Banco Santander en Andalucía, Manuel de la Cruz y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, acompañados de la concejala de Servicios Operativos y distrito Cruz del Humilladero del Ayuntamiento de Málaga, Teresa Porras.

El director territorial del Santander, Manuel de la Cruz, ha explicado que «esta donación forma parte del compromiso que mantenemos con la ciudad de Málaga y del objetivo de ser cada día un banco más responsable y reducir nuestro impacto en el medioambiente, por lo que ver cómo los malagueños forman parte de este esfuerzo, supone para nosotros una gran satisfacción».

Iniciativa de economía circular

De la Cruz ha agradecido también la colaboración de todos aquellos clientes que, reciclando sus tarjetas, han hecho posible este proyecto altruista de economía circular.

La iniciativa partió hace más de un año que Banco Santander puso a disposición de sus clientes la posibilidad de entregar sus tarjetas caducadas o deterioradas para someterlas a un proceso de reciclaje y transformación en mobiliario urbano.

Los clientes depositan sus tarjetas del banco caducadas en el cajero automático y unos días después reciben un mensaje con una confirmación de que han sido recicladas. Las tarjetas se convierten en materia prima para fabricar este mobiliario, junto con redes marinas recuperadas del fondo del mar, dando una segunda vida al producto.

900.000 tarjetas recicladas

En estos momentos, la entidad está donando cada banco fabricado con las tarjetas recicladas a distintas ciudades españolas como Málaga, cuyos ayuntamientos y responsables son los que deciden las ubicaciones más adecuadas para los bancos Santander.

La entidad ha reciclado ya 900.000 tarjetas que equivalen a 4,5 toneladas de plástico, una iniciativa que forma parte de su apuesta por la economía circular y por continuar reduciendo sus impactos medioambientales.

Desde el banco se destaca que se ha fijado el objetivo de que, en 2025, todas sus tarjetas estén fabricadas con materiales sostenibles en todos los países en los que opera. Sólo en España, Santander ha ahorrado en 2023 más de 22 toneladas de plástico de un solo uso y 360 toneladas de CO2 equivalente por la emisión de más de 4,5 millones de tarjetas de materiales sostenibles.

Reducción del impacto ambiental

El Banco de Santander apuesta por las cero emisiones netas de carbono para 2050, no sólo en su actividad directa, sino también en la derivada de la actividad de financiación, asesoramiento e inversión de sus clientes.

Su estrategia ambiental se basa en tres líneas de actuación en la reducción del propio impacto medioambiental, trabajando en ser neutros en carbono en su actividad directa desde 2020. Además, el compromiso también comprende en alinear su cartera para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, apoyando a los clientes en la transición verde.

Como parte de ese compromiso, ofrece productos sostenibles para ayudar a sus clientes en esta transición verde e incorporen la sostenibilidad en sus decisiones del día a día, desde la compra de la casa o coche hasta la transformación ecológica de las inversiones agrícolas.