La importancia de los insectos

Pesados pero necesarios: todo lo que los insectos hacen por ti

En verano se incrementa la actividad de los insectos debido a las altas temperaturas

Moscas y mosquitos también polinizan cultivos

El control de plagas es otro de los servicios que nos prestan los insectos

No lo vamos a negar: por muy amantes de los animales que seamos, a todos nos sobran ciertos insectos, especialmente en verano, cuando las moscas y mosquitos no dejan de atosigarnos, mordernos, picarnos y perseguirnos, tanto por el día como por la noche, sin tregua ni descanso.

Pero incluso estas inoportunas criaturas, tan aficionadas a posarse en nuestra comida, cumplen una función importante para el equilibrio natural y, además, resultan beneficiosas para los seres humanos, demostrando así que la naturaleza siempre es sabia, a pesar de que haya momentos en los que nos gustaría decirle un par de cosas.

El verano es la temporada alta para muchos insectos debido a que, como animales de sangre fría que son, se ven muy influidos por las altas temperaturas, que aceleran su metabolismo y, por tanto, su necesidad de cazar y de alimentarse, así como su ciclo reproductivo y su actividad en general.

Aire libre

Por otro lado, a los seres humanos nos gusta disfrutar del aire libre cuando el tiempo acompaña, por lo que es más fácil que en la época estival notemos la presencia de insectos, ya sea en la naturaleza, en un parque urbano o, simplemente, al salir a dar un paseo.

Como consecuencia de esta mayor actividad humana en entornos naturales, también se produce un incremento del desecho de alimentos en dichos parajes. Restos que atraen, inevitablemente, a moscas, mosquitos, hormigas  y otros tantos insectos.

En la época estival también se forman charcas y zonas con agua estancada, algo lógico tras las lluvias de la primavera, y ya sabemos que a multitud de insectos les encantan este tipo de hábitats para alimentarse de su materia orgánica y dejar sus huevos.

Polinizadores

Pero más allá de perseguirnos en ambiente exteriores y en nuestras propias casas, los insectos realizan otras muchas labores. Ya sabemos, por ejemplo, que las abejas son esenciales para nuestra propia supervivencia por su función polinizadora, pero no todo el mundo es consciente de que otros muchos insectos también son polinizadores.  

Un ejemplo muy interesante es el de lo sírfidos, o moscas de las flores, que pertenecen a la familia de los dípteros, como las otras moscas y mosquitos. Una de las características más singulares de las moscas de las flores es su enorme parecido con abejas y avispas. También tienen en común con los himenópteros que se alimentan del néctar de las flores.

Como se explica en este estudio realizado en invernaderos de China: «Los insectos benéficos proporcionan polinización y control biológico en entornos naturales y artificiales. Estos servicios ecosistémicos (SE) son especialmente importantes para frutas y verduras de alto valor, incluyendo aquellas cultivadas en invernaderos. El sírfido eupeodes corollae proporciona ambos SE, dado que sus larvas se alimentan de plagas de áfidos y sus adultos polinizan los cultivos».

Sin insecticidas

El trabajo demuestra que las liberaciones de moscas de las flores en cultivos hortícolas (tomate, melón y fresa) produjeron interesantes beneficios: «aumentan el cuajado y el rendimiento del cultivo, a la vez que garantizan un control de plagas de pulgones sin insecticidas».

«Además de ser un polinizador ampliamente distribuido, las larvas de E. corollae consumen plagas de áfidos y larvas de lepidópteros en varios cultivos agrícolas y agroecosistemas», insisten los investigadores.

Los científicos también recuerdan los problemas asociados al uso de insecticidas químicos: «Estos productos causan desarrollo de resistencia, afectan negativamente a las poblaciones de polinizadores residentes, contaminan el medioambiente y plantean importantes riesgos para la seguridad alimentaria».

Más allá de las abejas

Los sírfidos no son ninguna excepción, de hecho un metaestudio que recopiló y resumió 39 artículos de investigación llegó a la conclusión de que entre el 25% y el 50% de las visitas a las flores no son realizadas por abejas, sino que también intervienen otros insectos, como moscas, mosquitos, escarabajos, hormigas, polillas y mariposas.

De hecho, después de las abejas y las avispas, las moscas son el segundo grupo de polinizadores más importantes, con más de 70 familias que cumplen dicha función. Según la organización ecologista Earthwatch, radicada en el Reino Unido, alrededor del 20% de las especies de moscas británicas son polinizadoras.

Compost y economía circular

Otra importante tarea que desempeñan los insectos, especialmente las moscas, es que aceleran el proceso de descomposición orgánica, ayudando así a eliminar cadáveres y residuos, y favoreciendo, al mismo tiempo, el reciclaje de nutrientes. De hecho, algunas especies, como la mosca soldado negro, se emplean para hacer compost.

Para ello se suelen utilizar larvas de dicha especie, a las que se alimenta con residuos, lo cual genera un proceso de bioconversión que transforma los desechos no sólo en fertilizantes, sino que también se puede destinar este recurso a la elaboración de biocombustibles y de alimentos para animales.

Hablamos, por tanto, de un claro ejemplo de economía circular que no sería posible sin esos diminutos y alados seres que puede que sean un incordio, pero que también son capaces de darnos, a cambio, mucho más de lo que habíamos pensado.