La Haya se convierte en la primera ciudad en prohibir la publicidad de combustibles fósiles

La norma entrará en vigor el próximo 1 de enero de 2025 y excluye también la publicidad de los coches híbridos

El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, António Guterres, pidió a principios de verano prohibir la publicidad de las empresas de combustibles fósiles

  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

La ciudad de la Haya (Países Bajos) se ha convertido en la primera ciudad del mundo en prohibir la publicidad en su paisaje urbano referente a combustibles fósiles y servicios y productos con uso intensivo de carbono, como viajes aéreos y cruceros.

La publicidad de billetes de avión, pero también de coches híbridos, por ejemplo, estará prohibida a partir del 1 de enero de 2025, según han decidido las autoridades de la ciudad holandesa.

Esta norma también afectará a la publicidad de productos y servicios relacionados con los combustibles fósiles como las vacaciones en avión, los vehículos de gasolina y los proveedores de gas.

«Publicidad fósil»

El consistorio de La Haya define como la «publicidad fósil» la realizada por o para empresas de los sectores del carbón, el petróleo y el gas y la aviación, así como la publicidad sobre los siguientes productos y servicios:

Leonie Gerritsen, concejala del Partido por los Animales (PvdD, por sus siglas en neerlandés) en La Haya desde 2022, ha celebrado que la corporación local reconozca que «no es apropiado» permitir la publicidad de productos de la industria fósil cuando la ciudad pretende ser climáticamente neutra de aquí a 2030.

Climáticamente neutra

La metrópolis holandesa, sede del Gobierno, «quiere ser climáticamente neutra de aquí a 2030. Por lo tanto, no es apropiado autorizar la publicidad de productos de la industria fósil», justificó Gerritsen, una de las impulsoras del proyecto y concejal del PvdD.

Esta modificación aún debe presentarse al consejo municipal, lo que debería realizarse en otoño, por lo que medida entraría en vigor el 1 de enero. Esta es la primera vez que una ciudad ha prohibido completamente los combustibles fósiles y la publicidad relacionada a través de una ley local.

A su vez, la PvdD también ha recordado que el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, António Guterres, pidió a principios de verano prohibir la publicidad de las empresas de combustibles fósiles, a los que describió como «los padrinos del caos climático».

 

Satisfacción y coraje

El grupo de vigilancia de la publicidad que prohíbe la promoción de combustibles fósiles, denominado Fossielvrij, acogió con agrado la aprobación de la ley después de que los esfuerzos anteriores del Consejo de La Haya fracasaran porque los operadores de publicidad se negaron a cumplir.

«La Haya está mostrando el coraje necesario para superar la crisis climática», dijo el viernes a The Guardian la representante de publicidad de Fossielvrij, Femke Sleegers.

Otros ejemplos en el mundo

En este contexto, varias ciudades de todo el mundo han impuesto restricciones a la publicidad de productos y servicios con alto contenido de carbono a través de reglas en reuniones del consejo o acuerdos voluntarios con operadores de publicidad, pero no han implantado una norma tan rígida y taxativa como la aprobada en La Haya.

Una disposición más abierta fue la implementada por el Consejo de Ethimburg en Escocia que, el pasado mes de mayo de 2024, tiene prohibido mostrar anuncios de armas, aerolíneas, aeropuertos, automóviles y cruceros que transporten combustibles fósiles. Allí, las empresas de combustibles fósiles ya no pueden patrocinar eventos u otras asociaciones en la capital escocesa.

También la carne

Esta ley en La Haya que prohíbe la publicidad de combustibles fósiles es afín a un grupo de campañas similares en todo el mundo, incluidas Toronto en Canadá y Graz en Austria.

La misma ley también se propuso en la capital holandesa, Amsterdam. Aunque aún no es ley, Ámsterdam y su ciudad vecina, Haarlem, impusieron anteriormente una prohibición no escrita sobre productos que contribuyen al daño climático, incluida la carne.