El águila imperial ibérica recupera el vuelo en la Comunidad de Madrid cuadriplicando su población

La región cuenta ya con 90 parejas reproductoras concentrando en la actualidad el 15% del total de ejemplares a nivel mundial

  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

La población de águila imperial ibérica (Aquila adalberti) en la Comunidad de Madrid está recuperándose gracias al plan de recuperación de esta especie que puso en marcha la región hace 18 años.

Un plan a muy largo plazo que está funcionando que ha dado como resultado el pasar de las 21 parejas reproductoras en 1986 a las 90 de águilas imperiales ibéricas con nidos localizados de la actualidad, un dato que constituye el 15% del total en todo el mundo.

El anuncio se ha realizado durante la suelta hoy en Galapagar de un ejemplar joven que «había sido rescatado el pasado mes de julio tras un posible golpe de calor» y que, posteriormente fue ingresado en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres en Tres Cantos.

Plan de recuperación

El centro cuenta con un hospital y veterinarios de referencia en este campo, que «pudo tratar al pollo volantón de los síntomas de deshidratación», y que ha sido soltado hoy por el consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo.

Desde la consejería se destaca que «gracias al plan de recuperación de esta especie que puso en marcha el Ejecutivo autonómico hace 18 años, Madrid es uno de los más importantes territorios en cuanto a concentración, después del descenso que se produjo a finales del siglo pasado de esta ave emblemática del ecosistema mediterráneo y endémica en la Península Ibérica».

La población de águila imperial ibérica sufrió su peor momento en los años 60 y 70, décadas en la que estuvo cerca de la extinción, con solo 30 parejas conocidas. Desde entonces se comenzaron los primeros avances en su conservación, con trabajos de conocimiento de su biología, los programas de detección y corrección de tendidos eléctricos peligrosos, campañas antiveneno y alimentación suplementaria.

Localización y vigilancia

El consejero ha destacado los trabajos para la preservación y expansión del águila imperial ibérica en la Comunidad de Madrid ya que se han rehabilitado «las plataformas que utilizan para construir los nidos, arreglado tendidos para evitar la electrocución o reforzado la alimentación suplementaria con conejos, que suelen ser sus presas».

En el operativo de recuperación también han sido determinantes «las tareas de localización, vigilancia y seguimiento o la importancia de las labores informativas y de concienciación a los propietarios de los lugares donde se asientan», ha explicado Novillo.

Unos esfuerzos y  trabajos que han permitido que, entre los años 2005 y 2015, se duplicara la población, de 25 a 50 parejas, una tendencia que sigue creciendo, ayudada por los hábitats de buena calidad. Según los datos aportados por el gobierno regional, desde 2021 se consiguió triplicar, alcanzando las 80, hasta llegar a las 90 actuales.

El águila imperial ibérica en Madrid

En esta recuperación han intervenido veterinarios, ingenieros de montes, agentes forestales y técnicos del Centro de Recuperación que han colaborado para que las águilas hiciesen de los espacios naturales sus hábitats de procreación.

Actualmente, la zona con mayor subpoblación en Madrid es la del Monte de El Pardo, con 15 territorios habitados y la de mayor concentración en la región. Los responsables autonómicos destacan «la vuelta de animales emparejados y la cría, además de que 120 pollos han nacido y logrado alcanzar el vuelo durante este año».

Hábitat y amenazas

Los adultos son de color oscuro y complexión robusta, con hombros y nuca blancos y  esta gran ave puede llegar a alcanzar 220 centímetros de envergadura y más de 3 kilos de peso. Su hábitat se emplaza en las zonas montañosas y de bosque mediterráneo necesitando grandes árboles para nidificar.

Esta especie de águila ave vive unos 20 años de media, no emigra, y se caracteriza por su territorialidad ya, que cada pareja de águilas, defiende su zona de caza y reproducción que se extiende en unas 2.000 hectáreas.

En los últimos años, las amenazas más importantes sobre el hábitat del águila imperial son las infraestructuras y obras públicas que han contribuido a la disminución de su éxito reproductor.