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Agricultura

Revolución en la industria agrícola: los olivares superdensos dan la misma producción con la mitad de fertilizante

  • Manuel Morera
  • Periodista y fundador del pódcast V9, el programa de F1 más escuchado de España. Universidad de Valencia y Radio 3. Anteriormente en ElDesmarque, Levante TV y Las Provincias.

Hacer rentable el campo es una de las grandes preocupaciones de los agricultores españoles, para no tener que talar los árboles, y parte de la solución puede estar en los olivares superdensos.

Un estudio de la Universidad de California en Davis ha demostrado que este tipo de plantaciones pueden mantener idénticos niveles de producción y calidad del aceite utilizando hasta un 50% menos de fertilizante nitrogenado que los olivares tradicionales.

La investigación se llevó a cabo durante dos años en explotaciones reales del Valle Central de California, concretamente en áreas de Woodland y cerca de Stockton, una de las principales zonas agrícolas del estado.

Los olivares superdensos tienen más rendimiento con menor dependencia de los fertilizantes

El sistema superdenso se caracteriza por una plantación en seto, con árboles muy próximos entre sí para permitir una recolección totalmente mecanizada.

Este modelo ya se consideraba eficiente en términos de producción por hectárea, pero ahora se confirma que también lo es en cuanto al uso de nutrientes.

Por ejemplo, el estudio demostró que reducciones de entre un 25% y un 50% del nitrógeno sintético no afectaron ni al rendimiento ni a la calidad del aceite producido por los olivares.

En otras palabras, los árboles fueron capaces de mantener su productividad incluso con una aportación mucho menor de fertilizante.

Este hallazgo sería la prueba de una mejora real en la eficiencia nutricional del sistema superdenso. Lejos de necesitar más recursos por su alta densidad, los árboles aprovechan mejor el entorno, lo que reduce la dependencia de insumos externos.

La clave para mejores olivares: el uso de compost

La investigación también analizó el efecto del compost orgánico elaborado a partir de restos de jardín y residuos alimentarios. Los residuos orgánicos como fertilizante podrían ser fundamentales.

Y es que su aplicación tuvo un impacto positivo en la absorción del nitrógeno, especialmente durante el primer año de cultivo.

Además, el compost mejoró la estructura del suelo y redujo la escorrentía, dos factores clave para mantener los nutrientes disponibles durante más tiempo y minimizar las pérdidas hacia las aguas subterráneas.

Este tipo de manejo contribuye a un suelo más estable, con mayor capacidad para retener nutrientes y agua. Por ello, el uso de compost en olivares superdensos reforzaría la transición hacia una agricultura circular.

La clave está en aprovechar los residuos orgánicos para mejorar la fertilidad del suelo y reducir la dependencia de fertilizantes industriales, cuyo proceso de fabricación tiene un elevado coste energético y ambiental.

La importancia del suelo para la productividad de los olivos

Uno de los datos más relevantes del estudio fue que aproximadamente un tercio del nitrógeno presente en hojas, frutos y ramas no provenía del fertilizante aplicado.

En realidad, este nitrógeno procedía del propio suelo y de las reservas acumuladas por los árboles en años anteriores.

Esto confirma que un suelo bien manejado actúa como una fuente activa de nutrientes, capaz de sostener una parte importante de las necesidades del cultivo.

También refuerza la idea de que la fertilización no debe basarse sólo en aportar más, sino en entender mejor la dinámica del suelo y su capacidad para reciclar nutrientes.