Naturaleza
Fauna local

Lío monumental en Extremadura: un lince de 10 años mata 30 corderos y tienen que capturarlo para trasladarlo

La aparición de un lince en zonas agrícolas de Cáceres ha generado una situación poco habitual. Níscalo, un ejemplar adulto, dejó atrás el Parque Nacional de Monfragüe y comenzó a recorrer explotaciones ganaderas en busca de alimento. Su presencia no pasó desapercibida y, en cuestión de días, se registraron varios ataques a corderos recién nacidos en diferentes fincas.

El caso se conoció tras las declaraciones de un ganadero local que se encontró de frente con el felino en plena acción. La escena reflejó un conflicto latente: el avance de especies protegidas sobre espacios donde la actividad ganadera tiene una presencia histórica. Esta situación encendió las alarmas entre las autoridades autonómicas, que siguieron de cerca los movimientos del lince.

Así fue como un lince de 10 años mató a 30 corderos

Los incidentes comenzaron a finales de agosto en Talaván, a 48 kilómetros de Monfragüe. En esta localidad, Níscalo encontró un entorno con abundante ganado y facilidad para moverse entre zonas abiertas y de matorral. José María Cerro, propietario de un rebaño de 500 ovejas, fue uno de los más afectados.

Según explicó, vio al lince una noche con la cabeza de un cordero en la boca. Desde ese momento, organizó rondas de vigilancia para tratar de evitar nuevas pérdidas. En pocos días, la cifra de animales muertos alcanzó la treintena, generando un fuerte impacto económico en su explotación.

A pesar de la tensión, Cerro sabía que no podía actuar por cuenta propia. El lince ibérico es una especie protegida, y cualquier agresión contra él está penada por la legislación vigente. Por ello, optó por informar a las autoridades y seguir los protocolos establecidos.

¿Cómo hicieron para localizar a este lince ibérico y cómo lo capturaron?

Tras varias semanas de seguimiento, los técnicos de Medio Ambiente consiguieron localizar a Níscalo el 17 de septiembre. El sistema de geolocalización que portaba resultó clave para ubicarlo. Se utilizó una trampa con cebo en la que el felino cayó sin ofrecer resistencia.

El equipo veterinario comprobó que el lince se encontraba en buen estado físico. Posteriormente, fue trasladado de vuelta a Monfragüe, aunque esta vez a un cercado controlado para impedir nuevas fugas.

En este marco, no se descarta su traslado al Centro de Recuperación de Fauna de Sierra de Fuentes, una instalación especializada en el manejo de animales que requieren seguimiento adicional.

La decisión busca evitar que Níscalo vuelva a protagonizar episodios similares en zonas ganaderas. Su comportamiento, más propio de ejemplares jóvenes, ha sorprendido a los expertos, que subrayan su fuerte instinto cazador, incluso con 10 años de edad.

Níscalo, protagonista de un historial de escapadas y conflictos previos

No era la primera vez que Níscalo abandonaba su entorno natural. La pasada primavera, este lince se internó en la finca Los Quintos de San Martín, en Valencia de las Torres. Se trata de una propiedad de 8.500 hectáreas perteneciente a Mansour bin Zayed, miembro de la familia real de Abu Dabi.

A pesar de las medidas de seguridad, Níscalo logró introducirse en la finca y causó importantes daños en el rebaño ovino. Los responsables de la propiedad solicitaron entonces ayuda a la administración regional para su captura.

Fue devuelto a Monfragüe, donde convivió durante unos meses con otro macho, aunque la experiencia no resultó positiva.

En agosto, el sistema de geolocalización volvió a marcar su desplazamiento fuera del parque. Esta vez, su ruta lo llevó a Talaván, donde comenzaron los ataques más recientes. La combinación de su experiencia y la facilidad para moverse en zonas agrícolas complicó las tareas de seguimiento.

Importancia ecológica del lince ibérico

El lince ibérico desempeña un papel importante en el equilibrio de los ecosistemas mediterráneos. Estudios recientes publicados en ‘Journal of Nature Conservation’ indican que su presencia en cotos de caza favorece el aumento de especies como la perdiz roja o el conejo de monte.

Además, contribuye a reducir la población de depredadores oportunistas, como zorros o gatos asilvestrados.

Gracias a los programas de conservación, la población de linces ha crecido notablemente en las últimas décadas. En 2023 se contabilizaron 2.401 ejemplares en la península ibérica, con 1.557 adultos y 844 cachorros, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica.

Recordemos que Extremadura concentra una parte relevante de esta población debido a la abundancia de hábitats adecuados y presas naturales.

Sin embargo, casos como el de Níscalo muestran que la convivencia entre fauna salvaje y actividades humanas requiere medidas de gestión adaptadas. Los desplazamientos no controlados de ejemplares adultos pueden derivar en conflictos con ganaderos, como ha ocurrido en Cáceres.

¿Qué ocurrirá con Níscalo?

El traslado de Níscalo a un recinto cerrado en Monfragüe representa una solución temporal. Los técnicos valoran si será necesario reubicarlo en un centro especializado si persisten sus intentos de fuga.

Por ahora, el ejemplar permanece bajo observación en un entorno controlado, donde se le suministra alimento de forma regular para evitar que intente escapar.

La administración regional afronta el desafío de compatibilizar la recuperación del lince con la protección de los intereses ganaderos. Este tipo de situaciones obligan a revisar protocolos y reforzar la colaboración con el sector rural.