Trucos

El secreto del cinturón de tu coche que casi nadie conoce y que puede ahorrarte muchos problemas

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En la rutina diaria, el cinturón de seguridad es un elemento que a menudo pasa desapercibido. Cuando nos subimos al coche, tanto como conductores como pasajeros, el gesto de abrocharlo es prácticamente automático. Sin embargo, más allá de su función básica, tiene usos poco conocidos que pueden resultar muy útiles en determinadas circunstancias.

No, no hablamos de que se puedan romper los cristales con la hebilla del cinturón de seguridad. Éste es un mito muy extendido, pero completamente falso según los expertos. La hebilla no tiene la punta y la resistencia necesarias para romper los cristales templados de un vehículo. Si queremos una herramienta de emergencia que sea efectiva efectiva, lo recomendable es llevar un martillo homologado con punta metálica.

Usos desconocidos del cinturón de seguridad

«A pesar de lo que puede parecer, el cinturón no sirve para que los pasajeros no se muevan en caso de choque, sino para que amortigüen su deceleración. Se podría decir que, en cierto modo, el cinturón actúa como un paracaídas. Del mismo modo que el coche tiene estructuras deformables para perder su energía cinética en caso de impacto, los pasajeros disponen del cinturón de seguridad para perder la suya. El cinturón está hecho para estirarse, pero no porque sus fibras sean elásticas, sino porque están tejidas para que pierda anchura y gane longitud con el fin de no causar lesiones graves al usuario.Sin este dispositivo, por ejemplo, en un choque a 80 km/h contra un objeto rígido los ocupantes del coche se verían lanzados hacia delante con una fuerza 80 veces superior a su peso», explica la DGT.

¿Sabías que el cinturón de seguridad se puede utilizar como un sistema de arrastre improvisado? La cinta del cinturón trasero sirve para mover el coche hasta que llegue la grúa si, por ejemplo, se ha quedado parado en mitad de la calzada. El secreto radica en el anclaje del cinturón, fijado al chasis del vehículo. Esto permite estirar la cinta hasta el final y utilizarla como punto de tracción para empujar el vehículo. Ahora bien, cabe señalar que este truco no sustituye al cable de remolque ni sirve para arrastrar el turismo por carretera, ya que el cinturón no está pensado para soportar fuerzas prolongadas ni para resistir tensiones extremas; su uso se limita a situaciones de emergencia o desplazamientos cortos, siempre con cuidado.

Por otro lado, la DGT recomienda llevar siempre los cinturones traseros abrochados, incluso cuando los asientos están vacíos. Esta medida puede parecer innecesaria, pero responde a un principio físico conocido como el «efecto elefante».  En caso de colisión, objetos como la bolsa de la compra o el ordenador portátil, pueden impactar contra los asientos delanteros con una fuerza considerable. A velocidades moderadas, por ejemplo 50 km/h, un ordenador portátil de 2,2 kilos de peso puede generar un impacto equivalente a 85 kilos, similar al peso de un jabalí. El cinturón actúa como elemento de contención, evitando que esa fuerza se traslade directamente a los ocupantes delanteros.

A pesar de estas funciones secundarias, la prioridad del cinturón sigue siendo protegernos en caso de accidente. «Los beneficios del cinturón de seguridad son enormes: reduce de tres a uno la probabilidad de muerte en accidente de tráfico y alcanza su máxima eficacia en los vuelcos, donde reduce el riesgo de fallecimiento en un 77%. En 2020, 125 personas fallecidas en accidente de tráfico no lo usaban, el 26% del total. En cuanto a los heridos, 205 de las 1.438 personas que necesitaron ser hospitalizadas tras un siniestro vial (el 15%) también iban sin él».

Por ello, es fundamental asegurarse de que está en buen estado: la cinta debe recogerse y estirarse sin dificultad; al tirar con fuerza, el sistema de bloqueo debe activarse de manera instantánea; y debemos revisar que no existan cortes, deformaciones o signos de desgaste. Si el coche ha sufrido un impacto, se recomienda sustituir el cinturón aunque parezca intacto, ya que los mecanismos internos podrían haberse dañado.

Normas básicas

«El uso correcto del cinturón de seguridad es fundamental para proteger la vida de los ocupantes de un vehículo, tanto en las plazas delanteras como en las traseras. Ponérselo adecuadamente implica que la cinta quede bien ceñida al cuerpo, evitando prendas voluminosas o accesorios que puedan disminuir su eficacia. Nunca se debe colocar nada debajo del cinturón ni cubrir los asientos con toallas o fundas, ya que esto puede aumentar el riesgo del conocido «efecto submarino», donde el cuerpo se desliza bajo la cinta en caso de frenazo o accidente.

Además, es imprescindible comprobar que la cinta no esté enrollada ni enganchada en ninguna parte, ya que un cinturón mal colocado pierde gran parte de su capacidad de retención. La parte superior del cinturón debe pasar por la clavícula, entre el cuello y el hombro, evitando que repose directamente sobre el cuello, lo que podría provocar lesiones graves. Asimismo, la posición del asiento influye directamente en la seguridad: debe estar casi en ángulo recto, nunca demasiado reclinado», recomienda la DGT.