Prueba del SsangYong Rodius 2.0 eXdi Limited

Seguimos creciendo en MotorAffinity, donde con cada vez más asiduidad vas a poder disfrutar de las pruebas de los coches más llamativos del mercado. Después de la del Volkswagen Golf GTI Performance, cambiamos totalmente de tercio para ponernos al volante del SsangYong Rodius 2.0 eXdi Limited, la versión más equipada del monovolumen coreano. Es la opción más interesante que existe en el mercado si lo que quieres -y necesitas- es disponer de espacio a raudales. Además ha dado un paso adelante en casi todos los aspectos. ¿Por qué? Pasamos a detallarlo.

Diseño exterior

El SsangYong Rodius ha dado un importante paso adelante en lo que a diseño se refiere. Su estética, afortunadamente, poco o nada tiene que ver con la de la generación que precede a ésta. Su parrilla, de gran tamaño, disfruta de un efecto cromado que se une a un atractivo diseño de los faros para aportar una sensación de grandeza. El Rodius recuerda a los grandes vehículos americanos, y parte de culpa es del diseño de su frontal. No obstante, la parte que más ha avanzado en lo que a diseño se refiere es el lateral.

Nos duele decirlo, pero el anterior Rodius era lo más parecido que te puedas imaginar a un coche fúnebre de grandes dimensiones. Pero de sabios es rectificar, y SsangYong lo ha hecho. Las dimensiones siguen siendo enormes, pero ahora la sensación que transmite el monovolumen es la de ser un coche mucho más fino y elegante, algo a lo que contribuyen las llantas de 17 pulgadas que equipa y la nueva forma de las ventanas. La zaga también ha cambiado para bien, destacando en ella el diseño de unas ópticas que tiene forma trapezoidal, lo que aporta agresividad a un portón trasero de grandes dimensiones. No es sencillo abrirlo en zonas donde tengamos poco espacio, por cierto.

Y es que el Rodius es enorme -5,13 metros de largo, 1,92 de ancho y 1,85 de alto, con 3 metros de distancia entre ejes-, necesitando incluso una plaza de garaje amplia como pocas para no dejar un cuarto de coche fuera de la misma cuando aparquemos.

Interior

El interior del SsangYong Rodius presenta luces y sombras, siendo mucho más abundantes las primeras. A nivel de diseño podemos decir que estamos ante un monovolumen correcto. Cuenta con una mezcla de materiales blandos y duros cuya calidad percibida cumple de sobra con lo mínimo que se espera de un coche de hoy en día. Tras el volante tenemos una pequeña pantalla que muestra los datos más básicos, tales como el consumo o la velocidad.

Para ver el resto de las informaciones habituales que ofrece el cuadro de mandos de cualquier coche debemos girar nuestra cabeza a la derecha. Ahí está situado dicho cuadro, cuyo diseño me gustó bastante. Grande, pero sin pasarse, y con una combinación de colores muy agradable. Justo debajo encontramos la consola central, muy clara y presidida por una pantalla desde donde manejar el navegador, la radio, el bluetooth, etc. Rodeando esta pantalla encontramos una serie de botones para controlar las funciones más básicas. Véase el climatizador, antinieblas…

Hay bastantes mandos, pero tanto su ubicación como su colocación es muy acertada. ¿Y dónde está el reloj? Lo encontramos en el techo, donde se ha incorporado un dispositivo digital que recuerda a los ‘Casio’ de toda la vida. Es el único detalle que personalmente hubiese solucionado de otra manera Me gustó menos que el resto de elementos del interior el volante. Es el habitual de SsangYong, con todas sus virtudes y sus defectos. La parte central es demasiado grande, y el contorno algo fino para mi gusto. Además, la disposición de los botones, todos situados en esta zona central de la que te hablo, puede provocar que pulses alguno de forma involuntaria mientras conduces.

Lo que no merece crítica alguna es el espacio y la comodidad que ofrece el Rodius. Las cinco plazas traseras se pueden abatir según las necesidades de carga y transporte de personas que tengamos. De hecho, la capacidad del maletero varía entre 875 y ¡2.583 litros! Además el confort que ofrecen los asientos también ha mejorado respecto a versiones precedentes, siendo posible devorar kilómetros sin parar al volante del monovolumen de SsangYong. La única complicación la encontramos a la hora de acceder al interior del Rodius. Es muy alto, con lo que hay que hacer un pequeño esfuerzo para introducirse en él. Y eso, para las personas más mayores, puede ser un hándicap importante.

Motor y consumos

El motor que incorpora el SsangYong Rodius 2.0 eXdi Limited es un turbodiesel de 2 litros y 155 CV, con tracción 4×2 al ir asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades. Si quieres la versión 4×4, te obligas a comprar el modelo que equipa el cambio automático. Estamos hablando de un motor perfecto para el Rodius, aunque con algunos puntos que podrían haberse mejorado. Vamos primero con sus virtudes, que no son pocas.

A pesar de que el monovolumen coreano roza las dos toneladas de peso, su mecánica es capaz de mover el conjunto con soltura en todas las situaciones, especialmente desde que entra a funcionar el turbo. Esto sucede poco después de las 1.000 rpm, donde notaremos un tirón más fuerte de lo deseado. Esta transición que se produce cuando el turbo empieza a soplar debería haberse suavizado algo más. Una vez que esto sucede, a disfrutar. Acelera bien, responde como se le exige en cualquier momento y corre lo suficiente como para no tener ninguna queja en este sentido. El único problema grande que le veo al motor del SsangYong Rodius son las vibraciones que provoca, especialmente cuando estamos parados en punto muerto. No se notan en exceso en el asiento, pero si miramos elementos como la palanca de cambios o los asientos traseros a través del retrovisor interior, apreciaremos un temblor más elevado del deseado.

En cuanto a la caja de cambios, estamos hablando como decíamos de una transmisión manual de seis relaciones. Su funcionamiento es preciso y los recorridos óptimos para el tipo de coche del que se trata -son más bien tirando a cortos-. Sin embargo, el tacto de la palanca debe trabajarse más para sucesivas versiones del Rodius. Es demasiado áspero. Además, el sistema elegido para engranar la marcha atrás no me convence. No tienes ningún sistema que ‘libere’ la zona de la ‘R’, sino que has de forzar la palanca hacia la izquierda, como si fueras a meter algo más que la primera, para seleccionarla.

En cuanto al consumo, durante la semana de pruebas que compartimos con el SsangYong Rodius, obtuvimos una media de 10,3 l/100 km, cifra que se aleja de los 7,5 l/100 km homologados. Eso sí, con un depósito de combustible de 80 litros te olvidarás de visitar frecuentemente la gasolinera.

Comportamiento

En líneas generales el comportamiento del SsangYong Rodius me gustó. Esperaba un conjunto bastante más torpe, teniendo en cuenta el tamaño y el peso de nuestro protagonista. Pero aún con estas variables nos encontramos un vehículo que se mueve lo suficientemente bien en todos los campos.

Se ha apostado por un reglaje de suspensión orientado especialmente al confort. Éste es bastante blando, lo que ayuda a realizar viajes largos sin que el cansancio haga mella en nosotros. Esto se traduce en una efectividad algo limitada en curva. Y ojo porque esto no es una crítica. Me explico. SsangoYong sabe para qué quiere un potencial comprador el Rodius y las limitaciones que éste presenta a nivel de comportamiento dinámico e inercias provocadas por su tamaño y su peso. Por tanto su apuesta es clara.

No hubiese tenido sentido buscar un coche más efectivo en curva a costa de restar comodidad a sus ocupantes. La ganancia en un coche como el Rodius habría sido mínima y las consecuencias para el confort, fatales. Lo que me gustó menos fue el tacto de la dirección. Éste es demasiado blando, lo que para mi gusto personal resta sensación de control al conductor. Incluso la primera zona del giro roza la sensación de imprecisión. Es algo en lo que SsangYong debería mejorar de cara a la siguiente versión del Rodius porque en ésta aprueba por los pelos.

Equipamiento

Si un SsangYong tiene en su denominación oficial la palabra ‘Limited’, puedes sonreír, porque estás hablando del equipamiento tope de gama. Ése que permite que cuentes con elementos más propios de una marca de lujo, como son la calefacción en los asientos o incluso en el volante.

También disponemos de cámara de visión trasera, un elemento muy útil a la hora de aparcar un coche de las dimensiones del Rodius. Si ésta hubiese venido acompañada de avisadores acústicos, a SsangYong habría que haberle hecho la ola. Deberían tomar nota de ello para el próximo Rodius, así como de mejorar algo la resolución de la pantalla. Ésta es suficiente, pero en días oscuros o de lluvia la imagen que ofrece no es todo lo nítida que debiera. En la misma pantalla donde vemos la imagen que ofrece esta cámara, también podemos ver el navegador, así como los controles de la música, ya venga ésta desde la radio, desde la conexión USB, desde la toma auxiliar o desde el Bluetooth.

También tenemos la posibilidad de conectar nuestro iPod desde un cable integrado en la guantera. Ésta es bastante pequeña, pero se suple con una cavidad extra situada justo debajo del apoyabrazos del conductor. En cuanto al equipo de sonido que equipa este SsangYong Rodius, cumple sin más. La calidad de sonido es aceptable, pero los amantes de la música no disfrutarán de ella todo lo debido. Aunque siendo sinceros, si tienes hijos poca música vas a escuchar, porque el en el techo vemos un DVD plegable donde ponerles sus series de dibujos preferidas. Y ya sabemos quién manda en casa…

Ficha técnica
Motor
Situación Delantero transversal
Nº Cilindros 4 en línea
Tipo de combustible 4 en línea
Compresión 16,5 a 1
Potencia (CV/rpm.) 155 a 4000
Par máximo (Nm/rpm.) 360/1500-2800
Transmisión
Tipo Manual
Cambio 6 marchas
Bastidor
Suspensión delantera Paralelogramo deformable
Suspensión trasera Paralelogramo deformable
Frenos
Delanteros Discos ventilados
Traseros Discos ventilados
Ayudas ABS
Dirección Cremallera hidráulica
Diámetro de giro (m.) 12,2
Neumáticos 235/60 R17 (serie)
Llantas 17 pulgadas
CARROCERÍA
Nº de plazas Siete
Peso en vacío (kilos) 1.968 kg.
Depósito de combustible (litros) 80
Largo (mm.) 5.130
Ancho (mm.) 1.915
Alto (mm.) 1.850
Vía delantera (mm.) 1.610
Vía trasera (mm.) 1.620
Distancia entre ejes 3.000
Capacidad del maletero (litros) 875-2.583
Prestaciones
Velocidad máxima (km/h.) 181
Aceleración de 0 a 100 Km/h. (seg.)
Consumos
Urbano (litros/100 km) 9,8
Extraurbano (litros/100 km) 6,4
Mixto (litros/100 km) 7,5

 

Conclusión y rivales

Con sus virtudes y sus defectos, el SsangYong Rodius es una de las principales opciones que debes tener en cuenta si lo que quieres es comprar un monovolumen de los grandes. Primero, por su precio. La unidad de pruebas que hemos tenido cuesta 30.860 euros, descuento de la marca incluido. No hay nada en el mercado que ofrezca tanto por tan poco. Segundo, por tamaño.

Si buscamos un coche de dimensiones similares en el mercado veremos que su coste es infinitamente superior. Y tercero, por acabados. Aquellos que presentan los mismos elementos que el Rodius son también bastante más caros. En definitiva, la relación calidad-precio-tamaño del monovolumen de SsangYong no tiene rival en el mercado.

Rivales
Lo mejor
Lo peor