Tus neumáticos te hablan, escúchalos

«A estas alturas mejor espero al invierno para cambiar los neumáticos». Esta es una frase repetida por buena parte de conductores que se mueven con unos neumáticos desgastados y que consideran que hasta la época de lluvias no es necesario mantener un dibujo en buenas condiciones. ¿Se equivocan? Por supuesto, y no solo porque se olvidan de que en verano también nos topamos de repente con tremendas tormentas, sino que con el paso de los años nuestras ruedas también pierden cualidades.

Por esta razón contar con unos neumáticos sanos es apostar por nuestra seguridad en la carretera y por la de los que circulan a nuestro alrededor. Así que debes tener claro que existen diferentes indicadores que nos avisan de que nuestras gomas han cumplido con su tarea y deben ser sustituidas.

Atento al dibujo de tus neumáticos

Aunque, como hemos mencionado anteriormente, hay diversos factores que nos darán pistas sobre el buen o mal estado de nuestros neumáticos, el dibujo es el más relevante y el más tenido en cuenta.

Es evidente que a estas alturas tendrás claro el porqué de las diferentes hendiduras de un neumático. Efectivamente, su función es la de evacuar el agua del asfalto y permitir que la rueda no se despegue de la carretera. Obviamente un neumático más nuevo y de mayor profundidad de dibujo podrá evacuar una mayor cantidad de agua.

¿Cuál es el límite del dibujo para no perjudicar la seguridad? Pues en ningún caso debes apurar tus neumáticos más allá de los 1,6 mm de profundidad de dibujo. Con ello evitarás el temido aquaplanning y un posible disgusto en la carretera.